El secretario del Tesoro de EEUU sobre Argentina: "No queremos otro Estado fallido"

El concepto de “estado fallido” reaparece en América Latina con Argentina en foco

¿Estado fallido en el Cono Sur? El Tesoro de EE. UU. firma un acuerdo con Argentina y admite que su estabilidad es clave para la seguridad regional

Estados Unidos formalizó un swap con el Banco Central de la República Argentina (BCRA) por un monto de hasta 20 mil millones de dólares. El acuerdo fue presentado como una medida de estabilización económica para el país sudamericano. Mientras que la firma del acuerdo se anunció el 20 de octubre, al día siguiente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, salió a explicar que la firma del acuerdo financiero busca evitar la consolidación de "otro Estado fallido en América Latina".

Durante una publicación realizada el 21 de octubre en su cuenta oficial de X, Bessent escribió: "No queremos otro Estado fallido en América Latina, y una Argentina fuerte y estable como buen vecino está explícitamente en el interés estratégico de Estados Unidos". También aclaró que el convenio no representa un rescate financiero, sino una herramienta para facilitar la estabilidad monetaria en un contexto regional sensible.

¿Qué es un Estado fallido?

La expresión "estado fallido" describe situaciones donde un gobierno pierde control territorial y no logra proporcionar servicios básicos. Esta categoría surgió tras la Guerra Fría, y cobró protagonismo internacional después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Durante ese período, gobiernos occidentales comenzaron a adoptar este término como marco para intervenir en territorios con debilidad institucional, con el objetivo de prevenir amenazas a la seguridad global.

Según Bessent, esta acción implementada forma parte de una estrategia de política exterior. En su declaración, sostuvo que "los esfuerzos del presidente Javier Milei para revertir las décadas de declive de su país, derivadas del izquierdismo radical del peronismo, son cruciales". También mencionó que Argentina "ahora tiene la oportunidad de alcanzar la libertad económica" mediante el respaldo financiero otorgado por la administración estadounidense.

A nivel interno, la medida generó tensiones políticas en Estados Unidos. El 20 de octubre, 36 congresistas del Partido Demócrata enviaron una carta a Bessent solicitando detalles del acuerdo antes del 29 de octubre. Entre los requerimientos, pidieron conocer costos estimados, plazos de reembolso y condiciones asociadas al uso del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF).

Reacciones adicionales surgieron desde sectores ganaderos estadounidenses, preocupados por un posible aumento de importaciones de carne argentina. Las declaraciones de Trump, realizadas el 19 de octubre, avivaron este debate al sugerir una ampliación comercial con Argentina, sobre todo, después de que China cancelara las importaciones provenientes de Estados Unidos. "Este plan sólo crea caos en un momento crítico del año para los productores de ganado estadounidenses, sin hacer nada para reducir los precios en los supermercados", afirmó Colin Woodall, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne.

De acuerdo con lo indicado por el Gobierno argentino, la activación del acuerdo se limitará a cubrir compromisos de deuda durante 2026 si fuera necesario. Javier Milei señaló que este instrumento brinda seguridad a quienes han invertido en el país.

Aun así, el swap otorga una garantía para el Gobierno de cara a las elecciones legislativas, de las cuales, si surge un resultado adverso para la Casa Rosada, tienen el sustento económico para afrontar una potencial sacudida financiera. De todas formas, tal garantía no está excenta de condiciones ya que Trump aseguró durante la visita de Milei a Washington que, si el oficialismo no gana las elecciones de medio término, Estados Unidos no los acompañará.