Se suspende la reunión entre Trump y Putin en Hungría

Washington y Moscú discrepan sobre la posibilidad de un segundo encuentro bilateral

Tensiones entre Estados Unidos y Rusia aplazan el encuentro en Hungría entre Trump y Putin, sin nueva fecha confirmada

Estados Unidos suspendió indefinidamente la reunión programada entre Donald Trump y Vladímir Putin en Hungría, según confirmó este martes 21 de octubre un funcionario de la Casa Blanca. La decisión marca un giro inesperado tras el anuncio previo del expresidente estadounidense, quien había asegurado que el encuentro se realizaría "dentro de dos semanas más o menos". Moscú, por su parte, niega que la reunión haya sido cancelada y mantiene su postura de llevarla a cabo.

Tras una llamada entre el secretario de Estado, Marco Rubio, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, se confirmó el aplazamiento del encuentro. Preguntado sobre el estado de dicha reunión, un funcionario estadounidense declaró que no hay "ningún plan" para que el presidente de Estados Unidos se reúna con su homólogo ruso "en un futuro inmediato".

El primer encuentro entre ambos líderes se llevó a cabo en Alaska hace dos meses. Desde entonces, el Kremlin presionó para concretar una segunda reunión, esta vez en Budapest. Sin embargo, el contexto diplomático se volvió más tenso tras la visita de Trump al presidente de Ucrania el viernes 17 de octubre, donde declaró: "Deberían parar donde están. Que ambos reclamen la victoria".

A pesar del anuncio estadounidense, Moscú insiste en que el encuentro debe celebrarse. Lavrov afirmó que, durante su conversación con Rubio, ambas partes "confirmaron su firme compromiso de aplicar los acuerdos alcanzados por Vladímir Putin y Donald Trump" en su primera cumbre.

La reunión estaba prevista para el jueves 23 de octubre, fecha que coincide con la cita de líderes de la Unión Europea en Bruselas. En esa ocasión, los jefes de Estado y de gobierno discutirán con Volodímir Zelenski la situación actual del conflicto y el futuro de la defensa europea.

Desde el Kremlin, no hay señales de aceptar un alto el fuego antes de una nueva ronda de negociaciones. Lavrov reiteró que detener inmediatamente las hostilidades significaría "olvidar lo que Rusia considera las raíces del conflicto". Entre esas causas, Moscú señala las aspiraciones de Ucrania de integrarse en la Unión Europea y la OTAN, la presunta discriminación contra la población rusoparlante y la necesidad, según Putin, de una "desnazificación" de Ucrania.

En paralelo, los líderes europeos y el presidente ucraniano emitieron una declaración conjunta en la que solicitan "un alto el fuego en las actuales líneas del frente en Ucrania". También afirmaron: "Seguimos comprometidos con el principio de que las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza".

Lavrov rechazó esta propuesta, acusando a los europeos de usar el alto el fuego como estrategia para reforzar militarmente a Ucrania. "Además, Macron dijo en el pasado que este alto el fuego debería hacerse sin condiciones previas, pero que nadie podría restringir el suministro de armas a Kiev", declaró el ministro ruso. Agregó también: "Cuando el río suena, agua lleva: ha quedado inmediatamente claro por qué les es necesario este alto el fuego".

Finalmente, el canciller ruso acusó a la Unión Europea de alentar a Kiev a "atacar infraestructuras civiles y civiles en el territorio de Rusia", mientras su país lleva más de tres años y medio realizando ataques en territorio ucraniano.

Hasta el momento, no se anunció una nueva fecha para el posible encuentro entre Trump y Putin. La situación sigue en desarrollo, con señales cruzadas entre ambas capitales y una creciente presión diplomática en torno al conflicto ucraniano.