EE. UU. envía el portaaviones Gerald Ford al Caribe para operaciones antidroga, en medio de tensiones con Venezuela, según el Pentágono
El Pentágono confirmó este 24 de octubre de 2025 el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, el mayor de la flota estadounidense, en el mar Caribe como parte de una operación para intensificar la lucha contra el narcotráfico. La decisión se produce tras una serie de incidentes recientes en la región y responde a una directiva presidencial enfocada en "desmantelar organizaciones criminales transnacionales", de acuerdo con un comunicado oficial.
Sean Parnell, portavoz del Departamento de Defensa, señaló en la red social X que el despliegue del grupo de ataque del Gerald Ford busca contrarrestar el narcoterrorismo y reforzar la seguridad en el área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM). Según indicó, esta presencia ampliada permitirá "aumentar las capacidades del país para detectar, monitorear e interrumpir a actores y actividades ilícitas".
Con el grupo naval se suma a una fuerza ya desplegada desde septiembre que incluye tres buques de asalto y transporte anfibio, aviones F-35B, aeronaves P-8 y drones MQ-9, con base operativa en Puerto Rico. En semanas recientes, estas unidades destruyeron al menos diez embarcaciones vinculadas al narcotráfico en zonas del Caribe y el Pacífico, con varios enfrentamientos registrados cerca de las costas de Venezuela y Colombia.
También el secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que se hundió otra lancha en el Caribe presuntamente operada por la organización venezolana Tren de Aragua. "Si eres un narcoterrorista que trafica drogas en nuestro hemisferio, te trataremos igual que a Al Qaeda. De día o de noche, rastrearemos tus redes y nos aseguraremos de neutralizarlas", escribió Hegseth en su cuenta de X.
Aunado a la orden del 16 de octubre en la que el presidente Donald Trump fijo a la CIA ejecutar operaciones encubiertas en territorio venezolano, según fuentes oficiales. En respuesta, el mandatario venezolano Nicolás Maduro anunció el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), cuerpos policiales y milicianos a lo largo de las costas con planes en ejercicios militares de 72 horas. Inclusive el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, señaló en un acto público que se busca alcanzar el "punto óptimo" de coordinación estatal ante el despliegue estadounidense. "Ellos pueden desplegar no sé cuántas unidades afiliadas a la CIA en operaciones encubiertas... y cualquier intento fracasará", afirmó.
En paralelo, el presidente Trump advirtió que las operaciones antidrogas podrían ampliarse a intervenciones terrestres. "La tierra será lo siguiente", declaró a la prensa el jueves. Más temprano ese día, un bombardero B-1B sobrevoló el Caribe cerca de la costa venezolana, precedido por vuelos de B-52 como parte de misiones de entrenamiento y disuasión, según el Comando militar estadounidense.
Desde Brasil, el asesor presidencial Celso Amorim expresó la oposición de su gobierno a cualquier intervención militar en Venezuela, al advertir que podría fomentar "resentimiento y radicalización política" en la región.