¿Puede una prenda afectar el resultado de un partido? Un nuevo uniforme busca eliminar una barrera silenciosa que aleja a niñas del deporte
Entre una y tres jugadoras en cada partido internacional compiten durante su ciclo menstrual. En más de la mitad de los equipos femeninos del Mundial 2023, al menos una jugadora lo hizo con pantalones blancos. ¿Qué impacto puede tener esa prenda en el resultado de un partido profesional?
West Ham United incorporó para su equipo femenino una nueva indumentaria que incluye ropa interior a prueba de fugas y colores oscuros en lugar del blanco tradicional. El cambio se aplica desde la temporada 2025-2026 y fue desarrollado en colaboración con la marca especializada Modibodi. La medida posiciona al club como uno de los primeros en adoptar modificaciones orientadas a la comodidad durante la menstruación.
Los colores granate, azul cerúleo y negro dominan el nuevo uniforme, alineado con la identidad visual del club. Según West Ham, el diseño se definió con la participación directa de las jugadoras y será distribuido únicamente por canales oficiales del club y del fabricante.
Varios equipos nacionales también solicitaron a sus proveedores evitar prendas blancas. Según un estudio publicado en 2024 por el Journal of Behavioral and Experimental Economics, las selecciones femeninas de Inglaterra, Francia y Nueva Zelanda transmitieron esa petición a sus fabricantes de uniforme.
Durante la Copa Mundial Femenina de 2023, 19 de los 32 equipos participantes utilizaron pantalones cortos blancos al menos en un partido. La decisión sobre el color sigue, en muchos casos, determinada por criterios de visibilidad para televisión o por convenciones estéticas.
La investigación liderada por Alex Krumer, profesor en la Faculty of Business Administration and Social Sciences de Molde University College, en Noruega, examinó 234 partidos de fútbol femenino profesional entre 2003 y 2023. Los resultados mostraron una diferencia de entre 0.32 y 0.37 puntos menos por partido en equipos con pantalones blancos, en comparación con aquellos con pantalones oscuros, incluso tras controlar variables como nivel competitivo, sede y etapa del torneo.
En contraste, el mismo análisis aplicado a partidos masculinos no arrojó diferencias estadísticamente significativas entre color del uniforme y resultados deportivos. Esa comparación permite descartar efectos generales del color blanco sobre el rendimiento, al menos en la rama varonil.
Igualmente, el estudio también estimó la probabilidad de presencia de jugadoras menstruando durante un encuentro profesional. Con base en un ciclo promedio de 28 días y una duración de cinco días, se determinó una probabilidad del 77.4% por partido para registrar entre una y tres futbolistas en fase activa del ciclo.
Los ajustes en la indumentaria deportiva fueron señalados como uno de los factores que influyen en la continuidad de la práctica del deporte por parte de niñas y adolescentes. El nuevo uniforme de West Ham United se suma a una tendencia que comienza en expansión. Esta comienza a observarse en ligas europeas y competencias internacionales, con propuestas orientadas a eliminar barreras materiales vinculadas con el ciclo menstrual.