Tras el triunfo legislativo, el Presidente argentino promueve acuerdos con provincias y cambia su gabinete para encauzar reformas de fondo como modernización laboral
El presidente Javier Milei impulsa una nueva etapa política en Argentina tras los resultados de las elecciones de medio término. Con el objetivo de reordenar su estructura de poder y avanzar reformas legislativas clave, el oficialismo abrió canales de negociación con gobernadores y realizó cambios en su gabinete.
La reconfiguración institucional promovida por el Ejecutivo busca corregir el desgaste acumulado durante los primeros dos años de gestión. En esa línea, el Presidente ensayó en semana su propia reconversión política tras el sólido triunfo electoral y eligió relanzarse a sí mismo. Lo que viene será la versión 'reloaded' sobre su propia voluntad de construir una nueva gobernabilidad.
El reciente ascenso de Manuel Adorni a la jefatura de Gabinete forma parte de este proceso de reestructuración interna. El recambio ministerial... es otro intento en la carrera contra sí mismo para reencauzar un orden político que no tuvo en sus dos primeros años de gestión. Esta estrategia, depende de que el propio Milei logre resolver los conflictos internos que afectaron al oficialismo en los seis meses recientes.
Desde la perspectiva legislativa, el presidente busca aprobar la mayor cantidad de leyes antes de mediados de 2026. Entre las prioridades se encuentra la modernización laboral, considerada una reforma estructural de alto impacto. Para ello, la administración de Milei necesita consolidar su nuevo esquema de poder. El triunfo electoral estuvo lejos aún de ordenar la interna, coinciden analistas.
En el podcast Charlas de sobremesa de NotiPress, el editor de Argentina Axel Olivares destacó que el Ejecutivo comenzó a reconstruir puentes con gobiernos provinciales alejados del kirchnerismo. "Él ha dado la señal de que ese vínculo se puede lograr restaurar", indicó el periodista, al referirse a las nuevas posturas del presidente tras los comicios legislativos. También se destacó la confianza percibida por pequeños empresarios tras elecciones de medio término.
Olivares explicó que la tensión inicial se originó por el discurso de Milei contra "la casta", lo cual afectó la relación con los gobernadores. La formación del bloque Provincias Unidas, aunque sin resultados electorales contundentes, reflejó la necesidad de representar intereses federales fuera del oficialismo y del kirchnerismo.
Argentina opera bajo un esquema federal, por lo que la colaboración entre Nación y provincias es indispensable para aplicar reformas estructurales. En su discurso postelectoral, el mandatario envió un mensaje directo: "hay opositores que saben que uno más uno es dos", lo que fue interpretado como una invitación a negociar con sectores moderados de la oposición. En el sector privado, empresas globales condicionan sus proyectos en Argentina a mayor certidumbre política.
Analistas sostienen que sin consensos mínimos con las provincias, el gobierno no podrá aplicar sus principales medidas económicas y administrativas. La estabilidad legislativa depende de la capacidad del Ejecutivo para coordinar con actores territoriales, clave para sostener la gobernabilidad hasta las elecciones generales de 2027.