Autoridades francesas investigan a Shein por posibles incumplimientos legales, en medio de críticas por su modelo de ventas y productos ofertados
La plataforma de moda china Shein quedó bajo revisión oficial en Francia el mismo día que abrió su primera tienda física en París. El miércoles 5 de noviembre, el Ministerio de Finanzas anunció el inicio de un procedimiento para suspender sus operaciones en el país hasta que la empresa demuestre cumplir con todas las leyes y regulaciones locales.
"Por instrucciones del primer ministro, el Gobierno inicia un proceso para suspender a Shein por tiempo indeterminado hasta que la plataforma demuestre a las autoridades que todo su contenido cumple finalmente con las leyes y regulaciones", indicó el ministerio en un comunicado oficial.
La tienda, ubicada en la sexta planta de los grandes almacenes BHV Marais, abrió sus puertas ese mismo día. El espacio de mil metros cuadrados marca la primera incursión física de Shein en el mercado francés. Sin embargo, la jornada de apertura se vio opacada por la medida gubernamental y una ola de críticas previas.
En paralelo al anuncio oficial, Shein confirmó que suspenderá temporalmente las ventas en su sitio francés. En un comunicado de prensa, la empresa explicó: "Esta medida nos permite llevar a cabo una revisión exhaustiva para garantizar el pleno cumplimiento de la legislación francesa y los más altos estándares de protección al consumidor".
La plataforma, con sede actual en Singapur, enfrenta múltiples cuestionamientos por parte de sectores políticos, comerciales y de protección al consumidor en Europa. Días antes de la apertura en París, usuarios detectaron la presencia de muñecas sexuales con apariencia infantil en su sitio web. Al respecto, la empresa declaró haber sancionado a los vendedores involucrados y aplicado una prohibición total de este tipo de productos.
En paralelo a las críticas por los productos ofertados, comerciantes locales denuncian una competencia desleal derivada de los precios bajos del modelo de Shein. Guillaume Alcan, cofundador de la marca de calzado Odaje, afirmó a France24: "Shein llega, lo cual es totalmente incompatible con nuestra marca y representa cosas que simplemente no podemos aceptar. Para nosotros, esa fue la gota que colmó el vaso y decidimos marcharnos de inmediato".
Alcan agregó: "No estamos de acuerdo con la idea de comprar un par de zapatos por 10 o 15 euros por internet, con entrega a domicilio. Esto simplemente no es posible, no de forma normal".
Según el comerciante, Odaje produce calzado en Portugal, España, Italia y China bajo regulaciones ambientales y laborales europeas. En octubre, la empresa retiró sus productos de BHV Marais, sumándose a otras veinte marcas que denunciaron impagos por parte del establecimiento.
La decisión del gobierno francés se inscribe en un contexto de mayor escrutinio sobre las plataformas digitales extranjeras. El procedimiento de suspensión se mantendrá vigente hasta que Shein demuestre ante las autoridades que sus operaciones respetan las normas legales y regulatorias del país.