Un menor de 17 años asesinó al alcalde de Uruapan; el caso expone el avance del crimen organizado en el reclutamiento de adolescentes en México
Con 17 años, Víctor Manuel Ubaldo Vidales asesinó al presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, durante un acto público el 1 de noviembre. La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó que el joven formaba parte de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización delictiva activa en la región.
Originario de Paracho, el adolescente murió el mismo día del crimen y su cuerpo fue reclamado por familiares. Las autoridades estatales realizaron pruebas periciales, entre ellas análisis de rodizonato de sodio, cuyos resultados dieron positivo. Esto permitió confirmar el uso de un arma de fuego momentos antes de su fallecimiento.
La familia del joven declaró ante la Fiscalía que se encontraba desaparecido desde una semana antes del ataque. Además, señalaron antecedentes relacionados con consumo de metanfetaminas. La dependencia estatal sostuvo que el menor no actuó solo, y actualmente revisa material audiovisual para identificar a posibles acompañantes.
De este modo, el caso reavivó la preocupación sobre el reclutamiento de menores por grupos delictivos. Organizaciones como Tejiendo Redes Infancia estiman que entre 35 y 45 mil niñas, niños y adolescentes han sido incorporados por cárteles en México en los últimos años. Aunque no existen cifras oficiales, este fenómeno ha sido documentado ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, que desde 2011 ha emitido recomendaciones al Estado mexicano para tipificar el delito y establecer programas de atención a las víctimas.
Además, un análisis presentado en el informe Mecanismo Estratégico del Reclutamiento y Utilización de NNA advierte que estas redes operan mediante vínculos familiares, promesas económicas, presión armada o control comunitario. Los grupos delictivos asignan funciones que van desde la vigilancia hasta la ejecución de homicidios. Según el estudio, factores como la exclusión escolar, el consumo de sustancias, la violencia intrafamiliar o la ausencia de redes de protección aumentan la vulnerabilidad de adolescentes al reclutamiento. En ese contexto, la integración del menor de 17 años al CJNG responde a patrones ya observados en diversas regiones del país.
En conferencia oficial, el fiscal estatal Carlos Torres Piña indicó que el arma asegurada en el lugar del homicidio ya figuraba en dos investigaciones previas. Uno de esos casos corresponde a un doble homicidio ocurrido el 16 de octubre en una barbería; el otro, al ataque contra una persona el 23 de octubre, quien más tarde falleció en un hospital.
Igualmente, el funcionario estatal detalló que el grupo al que pertenecía el agresor opera en la zona en disputa entre el CJNG y Los Caballeros Templarios. "Se trata de un joven de 17 años. El grupo que opera en la zona es el Cártel Jalisco (Nueva Generación) que mantiene una disputa con ‘Los Templarios’ por el trasiego y la distribución", declaró en entrevista con la periodista Azucena Uresti.
Tras concluir las diligencias forenses, el cuerpo del adolescente fue entregado a su familia. Las autoridades continúan trabajando con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y el respaldo del titular federal Omar García Harfuch para avanzar en la investigación y desarticular a los grupos responsables del crimen.
Según observaciones del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, el reclutamiento de personas menores de edad por grupos delictivos persiste en zonas afectadas por el conflicto armado interno. La falta de cifras oficiales, sumada a la ausencia de tipificación penal específica, impide dimensionar con precisión el impacto. El caso de Víctor Manuel Ubaldo Vidales evidencia cómo estas estructuras criminales continúan incorporando a jóvenes en situación de vulnerabilidad a dinámicas de violencia extrema desde edades tempranas.