Un juez federal descartó el monopolio de Meta tras concluir que los usuarios se aburren de sus amigos y prefieren videos de desconocidos en redes sociales
Rasgos cotidianos de conducta digital influyeron en un fallo federal reciente, según el documento firmado por el juez James Boasberg el 18 de noviembre de 2025. La resolución desestimó acusaciones antimonopolio presentadas por la Comisión Federal de Comercio (FTC) contra Meta. El texto judicial menciona motivos poco habituales en disputas de competencia, entre ellos un cansancio creciente hacia publicaciones de contactos personales y un entorno dominado por consumo de video corto.
El juez indicó dentro del fallo que la estructura social dentro de las plataformas ya no funciona mediante intercambio constante entre contactos personales. "Las publicaciones de amigos se se vuelven menos interesantes", indicó en su argumentación. Esta observación se basó en listas de contactos antiguas, perfiles inactivos y dinámicas sociales modificadas con el tiempo. El magistrado sostuvo además que los usuarios publican menos contenido personal, lo cual afecta la experiencia original de plataformas centradas en interacción directa.
Metodología jurídica expuesta por Boasberg resaltó con claridad un conjunto de transformaciones técnicas. El documento mencionó incrementos en uso de teléfonos inteligentes, mejoras en redes móviles y un salto en sistemas de recomendación alimentados por inteligencia artificial. Estos elementos impulsaron un desplazamiento hacia consumo pasivo de videos y redujeron relevancia del intercambio entre amistades. Dentro del texto se indicó que esta transición incidió en la definición del mercado digital analizado por la FTC.
TikTok y YouTube aparecieron dentro del fallo como rivales relevantes. El juez indicó cómo la presencia de estas plataformas debilitó los fundamentos de la acusación. La popularidad de Reels dentro de Facebook e Instagram ilustró ese cambio. Boasberg indicó que esta función constituye "la parte más utilizada de Facebook". Con esa referencia, el tribunal consideró a Meta como un competidor dentro de un ecosistema amplio, no limitado a un segmento de interacción social tradicional.
Argumentos relativos a calidad de productos digitales también fueron revisados por el tribunal. La FTC indicó dentro del proceso que Meta disminuyó la calidad mediante incremento de carga publicitaria. Sin embargo, el juez mencionó datos presentados por la empresa donde se registra interacción estable con anuncios. El fallo indicó que encuestas de percepción desfavorable no constituyen evidencia de deterioro operacional, debido a factores asociados a reputación de marca y no a funciones internas.
Críticas surgieron tras la resolución, sin modificar el sentido final del fallo. Organizaciones civiles indicaron preocupación por impacto de gigantes digitales dentro del entorno informativo y social. No obstante, el tribunal se centró en pruebas directas aportadas durante el litigio. La decisión cerró un proceso prolongado y dejó asentado un punto principal: cambios culturales y técnicos dentro del uso cotidiano de plataformas influyeron en la evaluación del mercado digital y en la conclusión final sobre ausencia de monopolio.