Sensores de pared optimizan eficiencia energética y confort en espacios críticos

Una instalación adecuada mejora el rendimiento de sistemas HVAC y protege la salud en entornos industriales y controlados

Sensores de pared bien instalados permiten ahorro energético, confort térmico y control ambiental en espacios industriales y críticos

La instalación adecuada de sensores de pared se ha convertido en un factor estratégico para optimizar la eficiencia energética, mejorar el bienestar de los ocupantes y reducir costos operativos en instalaciones modernas. En entornos críticos como laboratorios o salas de control, estos dispositivos permiten un control ambiental preciso, indispensable para la seguridad y la productividad.

Desde su función en la medición en tiempo real de temperatura, humedad y dióxido de carbono (CO₂), los sensores contribuyen a que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) ajusten el flujo de aire según las necesidades del espacio. Este control evita el uso excesivo de ventilación o climatización, lo que a su vez disminuye el consumo energético y fortalece la sostenibilidad en la operación de los espacios.

"La forma en que se instalan los sensores puede ser tan importante como la calidad del propio equipo", señaló para NotiPress Daniel Jiménez, gerente de Ventas de Vaisala México, empresa especializada en soluciones de medición ambiental. Agregó que una mala ubicación —cercana a fuentes de calor o bajo luz solar directa— puede generar lecturas erróneas que afectan la eficiencia operativa y la salud de los ocupantes.

Vaisala comercializa líneas especializadas como la serie GMW90, que mide CO₂, temperatura y humedad, y la serie HMW90, enfocada en temperatura y humedad. Estos sensores están diseñados para una integración sencilla y mantenimiento eficiente en sistemas HVAC de alto rendimiento, además de contar con certificados de calibración.

Entre las recomendaciones técnicas, Jiménez sugirió instalar los sensores a 1.5 metros del suelo, altura correspondiente al nivel de respiración, y asegurar la libre circulación del aire alrededor del dispositivo. También enfatizó la importancia de sellar los pasos de cableado en ambientes presurizados y evitar superficies que alteren las mediciones.

"La instalación correcta de los sensores no es solo un detalle técnico, sino un factor estratégico para la eficiencia energética. Ambientes controlados con precisión contribuyen al bienestar de las personas, reducen costos operativos y fortalecen el compromiso con la sostenibilidad. En resumen, los sensores de pared son el ‘corazón invisible’ de la eficiencia energética moderna, garantizando que cada metro cúbico de aire se utilice de forma inteligente, sostenible y segura", concluyó Jiménez.