Elon Musk arremete contra la Unión Europea tras multa de 120 millones a X por violaciones a la ley digital DSA. El magnate aboga por su desaparición
Aunque siempre fue de público conocimiento la aversión de Elon Musk por las organizaciones supranacionales, esta vez la furia contra la Unión Europea se intensificó luego de que la Comisión Europea impusiera a su red social, X, una multa de 120 millones de euros por infringir la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés). A través de múltiples publicaciones en la plataforma, Musk calificó la sanción como un "ataque contra todas las plataformas tecnológicas de Estados Unidos", y afirmó que "la UE debería ser abolida y los Estados (miembros) recobrar su soberanía".
Esta historia comenzó en julio de 2024, cuando Musk denunció públicamente que Bruselas le había ofrecido un "acuerdo secreto ilegal" para restringir contenidos en su plataforma. La Comisión Europea rechazó esta acusación, indicando que se trataba de un procedimiento de cumplimiento estándar ofrecido a todas las plataformas sujetas a la DSA.
Un mes después, en agosto, la Comisión envió a X una carta pública de advertencia formal para exigir el cumplimiento de la legislación. La respuesta de Musk fue una publicación con un meme de la película Tropic ThunderTropic Thunder, sin aludir directamente a las preocupaciones regulatorias.
La situación escaló a finales de 2024 cuando Musk expresó su respaldo al partido alemán de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y criticó al poder judicial italiano en materia de inmigración. "Tienen que irse", escribió en referencia a jueces que respaldaban políticas migratorias.
Tras dos años de investigación, la Comisión Europea anunció el 6 de diciembre de 2025 una sanción de 120 millones de euros contra X, la primera bajo el marco de la DSA. Las autoridades concluyeron que X vulneró normas clave en tres áreas: el sistema de verificación azul, la falta de transparencia publicitaria y la obstrucción al acceso de datos por parte de investigadores.
Según el informe, el sistema de verificación de X permite que bots y cuentas no oficiales accedan a una marca azul a cambio de un pago, lo que puede inducir a error sobre la autenticidad de las identidades. Además, la Comisión afirmó que la plataforma "no cumplía la obligación de transparencia de la publicidad", dificultando la identificación de los anunciantes y el seguimiento de campañas, lo cual representa un riesgo durante procesos electorales.
Con respecto al acceso a datos, X fue señalada por no permitir a investigadores ver información pública sobre interacciones y contenidos, lo cual es obligatorio bajo la DSA. El cálculo de la multa se distribuyó en 45 millones de euros por la verificación azul, 40 millones por los datos bloqueados y 35 millones por la opacidad publicitaria.
El mismo día del anuncio, Musk publicó en X varios mensajes en los que calificó la sanción como un ataque a las empresas tecnológicas de Estados Unidos. Además, arremetió directamente contra la existencia de la Comisión. "La UE debería ser abolida y los Estados (miembros) recobrar su soberanía", escribió. En este sentido, respondió a una publicación de un usuario que comparaba a la UE con la Alemania nazi, Musk afirmó: "es más o menos eso".
Desde la Comisión Europea, la portavoz Paula Pinho respondió a Musk asegurando que la medida "forma parte de la libertad de expresión que nosotros cuidamos en la UE, y que permite incluso declaraciones completamente locas".
Además de esta sanción, la red social X enfrenta otras dos investigaciones en curso por parte de la Comisión Europea, relacionadas con la gestión de contenidos ilegales y el funcionamiento de su algoritmo de recomendación.