La reivindicación del pueblo Tuareg a través de música, guitarras y psicodelia

Algunas de las expresiones culturales propias de los Tuareg están ligadas a la autodeterminación de sus antepasados

En Brasil, los niños quieren ser futbolistas; en Nigeria quieren ser guitarristas, cantantes, o músicos de alguna banda de guitarras del pueblo Tuareg

Usualmente llamada blues del desierto, la música propia de los Tuareg es un grito poderoso de un pueblo nómada que comprende una extensión por cinco países de África, específicamente Argelia, Libia, Níger, Malí y Burkina Faso. Es una delicada fuente inagotable de sublimes sonidos extraños para Occidente. De esta forma, traspasó y trascendió fronteras, aunque jamás dejó de ser una expresión cultural y como tal, busca la reivindicación de este pueblo a como dé lugar a través de su música, guitarras y psicodelia.

De la misma forma en la que los niños en Brasil buscan acercarse a sus máximos ídolos a nivel futbolístico, en Agadez, Nigeria se puede observar un fenómeno muy similar. En este caso, los pequeños buscan convertirse en una especie de "rock-stars", consagrando la guitarra como la legitima reina del género. A pesar de esto, algunas problemáticas en la historia de los Tuareg se deben a que su condición como pueblo nómada los ha orillado al desempleo, la pobreza y a existir con nulas condiciones de vida digna; además, la expansión del sistema de producción capitalista ha obligado a este pueblo a poner fin a sus costumbres y tradiciones, encontrando formas de subsistir cada vez más estables.

Algunas de las expresiones culturales propias de los Tuareg están ligadas a la autodeterminación de sus antepasados, al reconocimiento de su pueblo y a múltiples historias contenidas en su poesía y música. En México, son bien recibidas las enseñanzas dadas por el pionero en el género Ali Farka Toure. Los desequilibrantes solos de guitarra, muy cercanos al Hard Rock, por momentos sublevan el cuerpo y lo someten a punta de guitarrazos a una espiral de ritmos al son de estos músicos africanos.

Las poderosas cuerdas hacen su trabajo creando atmósferas densas, que sin dudas, no puedes ignorar. Recuerda a J.J. Cale por su laidback y a Hendrix por su alto contenido de blues, de cualquier forma, los Tuareg expresan el amor por su tierra con vehemencia, dejando claro que eso no cambia ni en Oriente ni en Occidente.

En función de comprender mejor a este pueblo y sus expresiones culturales recomiendo ver Akounak tedalat taha tazoughai (Rain the Color of Blue with a Little Red in It), película de 2015 dirigida por Christopher Kirkley. Cuenta con la participación actoral y musical de Mdou Moctar, un guitarrista y compositor de música Tuareg en la vida real, quien interpreta a un músico principiante en su lucha "contra viento y marea", bajo el contexto de la subcultura estridente de la guitarra Tuareg. Él deberá ir contra la feroz competencia de los músicos celosos, superar los conflictos familiares y