Freno inesperado al acuerdo Mercosur‑UE deja en suspenso una zona de libre comercio tras décadas de negociaciones entre Europa y Sudamérica
El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur volvió a quedar en suspenso luego de que Bruselas decidiera posponer su firma hasta enero de 2026. La decisión marcó un nuevo aplazamiento en un proceso que acumula más de 26 años de negociaciones entre los bloques. La falta de consenso interno y las crecientes presiones del sector agrícola impidieron avanzar con la ratificación del tratado, cuya firma estaba prevista durante la cumbre del Mercosur en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú.
Representantes de los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, así como autoridades de la Comisión Europea, habían confirmado su disposición para concretar el acuerdo. No obstante, la ausencia de mayoría cualificada en el Consejo de la UE bloqueó la posibilidad de llevar el texto a votación. Según la normativa europea, los tratados internacionales deben ser aprobados por al menos el 55% de los Estados miembro, que representen el 65% de la población de la Unión.
Con fuerte resistencia interna, Italia y Francia se posicionaron en firme contra el avance inmediato del pacto. El presidente francés, Emmanuel Macron, sostuvo que su país no podía apoyar la firma sin "garantías suficientes" vinculadas a la protección del sector agrícola y al cumplimiento de estándares ambientales. En paralelo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, pidió más tiempo para responder a las preocupaciones expresadas por productores rurales y actores políticos locales.
Las objeciones se intensificaron en un clima marcado por movilizaciones agrícolas en Europa. En Bruselas, miles de trabajadores del campo protestaron mientras se desarrollaba la cumbre europea, reclamando por el impacto que el tratado podría tener sobre el mercado interno y los mecanismos de financiamiento de la Política Agrícola Común (PAC). Si bien la Comisión Europea había incluido un mecanismo de salvaguardias, las demandas para incorporar una cláusula espejo —que exigiera a los países del Mercosur igualar estándares europeos— no fueron aceptadas por razones jurídicas.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, país que ostentó la presidencia rotativa del Mercosur durante el segundo semestre de 2025, confirmó el aplazamiento luego de recibir el pedido formal de la Comisión. Durante la cumbre regional, Lula afirmó: "Si no va a ser posible firmarlo ahora porque no va a estar listo, yo tampoco puedo hacer nada". Según fuentes oficiales, el texto quedó en condiciones de ser firmado y será retomado en 2026, si se alcanza el respaldo necesario.
Desde Alemania, el gobierno federal expresó plena confianza en la firma del acuerdo. "La cuestión ya no es si el acuerdo se firmará, sino cuándo", declaró Sebastian Hille, portavoz adjunto del ejecutivo alemán. Hille estimó que el tratado podría concretarse "en dos o tres semanas", una vez reunido el apoyo dentro del bloque europeo.
El tratado de asociación entre la Unión Europea y el Mercosur busca conformar una de las mayores zonas de libre comercio del mundo. Abarca más de 700 millones de personas y representa cerca del 20% del PIB global.