Millones de trabajadores no cuentan con servicios de salud ni permisos por enfermedad

Solo una quinta parte de los países paga a sus empleados por enfermedad ante el COVID-19

Ante las Jornadas de Sana Distancia y las políticas mundiales para mantener a la población en casa, especialistas prevén que los sectores más vulnerables pierdan sus empleos

Pese a los esfuerzos por brindar seguridad a la población, a través de distanciamiento social y opciones de servicios remotos, como pagos, compras, clases y empleos de tipo home office, la mayoría de los trabajadores en el mundo no cuentan con acceso a servicios médicos ni tienen la opción de solicitar permisos para ausentarse si presentan alguna enfermedad; así lo concluyó un estudio realizado por la Confederación Sindical Internacional (ITUC, por sus siglas en inglés). Según los resultados del estudio, únicamente el 21% de las naciones emiten permisos por enfermedad para sus trabajadores; mientras que el 50% de los países proveen servicios de salud públicos.

Como indicador de la severidad, la mitad de los países encuestados por la ITUC registraron medidas de distanciamiento través de la suspensión temporal de escuelas y actividades comerciales no esenciales. Por otro lado, se presentaron políticas de mitigación frente a esta situación en dichos países: servicio médico gratuito, 50% de los casos; protección laboral de las personas que se queden en casa durante la pandemia, 34%; suspensión de impuestos para pequeños negocios, 31%; incapacidad por enfermedad remunerada, 29%; fondos de rescate para sectores y empresas, 29% de los países.

Sharan Burrow, secretaria general de la ITUC, comparte su preocupación sobre los desafíos que enfrentan los trabajadores del mundo ante el COVID-19. Sus principales focos de atención sobre el problema son la falta de acceso a servicios de salud y los permisos por enfermedad no remunerados presentes en los sectores públicos y privados; asevera que los sectores vulnerables de la población forman parten de un desequilibrio económico y social basados en su situación de desigualdad.

Frente a la necesidad por atender a las personas más vulnerables, en la comunidad empresarial se ha generado una división importante, ya que algunos grupos se encuentran preocupados por los trabajadores fronterizos, transportistas, de salud, jornaleros y quienes laboran en condiciones no reguladas o en el comercio informal. Este sector de la población se encuentra en una situación de mayor riesgo ante las políticas implementadas a raíz de la pandemia de COVID-19; de acuerdo con el World Economic Forum, según las expectativas de la Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés), se perderán 25 millones de empleos en todo el mundo, sin embargo, debido a la falta de regulaciones, esa cifra puede aumentar dramáticamente para este sector en particular.

Asimismo, Sharan Burrow apuesta por un enfoque más humano en los servicios de salud, declara que los países deben responder con un sistema de salud asequible, universal, y consecuente con un modelo de empleos con las regulaciones pertinentes. También advierte que el costo de salud mental por la crisis derivada de la pandemia será un factor importante a considerar para los gobiernos e instituciones de salud; deberán considerar desde la falta de interacción con otras personas como consecuencia del distanciamiento social, casos de violencia doméstica, hasta la alienación de