Bajas expectativas de crecimiento por decisiones gubernamentales durante COVID-19

comercio, servicios y turismo registran pérdidas por 28 millones de dólares

Especialistas del CEESP plantean que las bajas expectativas de crecimiento a raíz del COVID-19 pueden mitigarse con decisiones gubernamentales y declaraciones

De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), la pandemia de COVID-19 ha comenzado a desarticular las cadenas de valor en la economía mundial, con un impacto negativo en la oferta global aunado a modificaciones volátiles en los precios del crudo.

La situación de incertidumbre y volatilidad global continuará durante 2020, con una consecuencia severa en materia de crecimiento, cuyos alcances llegarán a 2021 con una expectativa de casi 0% a nivel mundial, incluso en las economías más fuertes; en el caso de México, que figura entre los países del G20, las caídas derivadas de la baja expectativa de crecimiento rondan cifras que van de 2.0% a 7% en el Producto Interno Bruto (PIB).

Ante la volatilidad de los cambios económicos generados por especulaciones y políticas de respuesta hacia el COVID-19 en México, resulta fundamental que las instituciones gubernamentales cuiden sus declaraciones, con objeto de generar una narrativa oficial para mejorar la convivencia social; así como respaldar la toma de decisiones económicas con sus respectivos proyectos de inversión, para formar un frente común.

Sin embargo, los especialistas del Análisis Económico Ejecutivo del CEESP consideran que las decisiones con respecto a los proyectos de inversión, en el gobierno actual, atentan contra el desarrollo de la comunidad y la creación de empleos; agregan que la cancelación de proyectos del sector privado excede el beneficio de sus políticas públicas.

Asimismo, indican que los pronósticos económicos se deterioran rápidamente como consecuencia de las medidas tomadas en inversión por la contingencia sanitaria. Esto se puede observar en las pérdidas diarias de los sectores de comercio, servicios y turismo; cuyas cifras son de 28 mil millones de pesos y representa el 0.2% del PIB terciario. La actividad productiva en el país sufrió una caída de 0.7%, y las actividades secundarias disminuyeron a una tasa anual de 1.7%.

El CEESP advierte sobre la necesidad de un plan de múltiples frentes para abordar la emergencia sanitaria, volatilidad financiera, caída de la demanda agregada, y las afectaciones de las cadenas de oferta, ya que si la situación de pérdidas no se controla de manera oportuna, en los próximos 30 días al momento del análisis, el 29 de marzo, el efecto total sobre el PIB llegará a una caída de 5 puntos; por otro lado, hace énfasis en la labor gubernamental y exhorta a que se genere un entorno de confianza para facilitar la