Necesario estudiar la contaminación del aire y superficies en hospitales de Covid-19

Los dos son grandes factores en la propagación del coronavirus

Indispensable estudiar la propagación del virus en el aire y en superficies para modificar las medidas sanitarias en los hospitales y mitigar su propagación

Globalmente, muchos países están experimentando una transmisión local continua del coronavirus, a pesar de los diferentes esfuerzos para controlar su propagación. Comprender las diferentes rutas de transmisión del Covid-19 es crucial para planificar intervenciones efectivas y romper la cadena de transmisión. Dentro de estos rubros entran la contaminación del aire y superficies, aspectos indispensables a estudiar con el fin de conocer más del virus.

Aunque ya se ha comprobado que un paciente con Covid-19 puede contaminar las superficies y propagar el virus, se sabe poco sobre la transmisión de este en el aire. Y para saber más a fondo del tema, un grupo de investigadores de Singapur ha realizado un estudio.

Como objetivo principal de dicho estudio se tomaron de muestras de aire y superficies que rodean a los pacientes hospitalizados con Covid-19 en diferentes etapas de la enfermedad. Esto se realizó en el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas, Singapur. Ahí los investigadores residentes del centro médico examinaron muestras de superficie y aire de las habitaciones del hospital con pacientes para detectar el ARN del virus.

La recolección de pruebas se realizó en treinta salas de aislamiento. Fueron 30 candidatos en total, 7 de estos estaban asintomáticos. De los otros 23 pacientes sintomáticos, 18 tenían síntomas respiratorios, 1 gastrointestinales, 1 respiratorios y gastrointestinales, y tres solamente fiebre o mialgia. De las treinta salas, 20 de ellas salieron positivas y las habitaciones con partículas virales detectadas en el aire también tenían contaminación superficial.

De las habitaciones con contaminación ambiental, el piso tenía más probabilidades de estar contaminado (65%), seguido de la ventilación de escape de aire (60%), el riel de la cama (59%) y el armario de la cabecera (47%). La contaminación en el asiento del inodoro y el botón de descarga automática de este se detectó en 5 de las 30 habitaciones, y los 5 ocupantes informaron síntomas gastrointestinales en la semana anterior al estudio.

Cabe resaltar todas las habitaciones tuvieron 12 cambios de aire por hora, una temperatura promedio de 23°C y una humedad relativa de 53-59%. A pesar de este sistema continuo, sólo 3 del total presentaron una contaminación muy baja, pertenecientes a personas asintomáticas. Esto prueba la gran potencialidad de transmisión en el aire del covid-19.

Se descubrió que las superficies de alta contaminación se asociaron con cargas virales nasofaríngeas y alcanzaron su punto máximo aproximadamente en los días 4-5 de los síntomas. Esto sugiere que la presencia del virus en el aire es posiblemente más alta en la primera semana de enfermedad, pues la extensión de la contaminación superficial de alto contacto disminuyó conforme pasaban los días.

A raíz de estos resultados, los científicos indicaron se necesita urgentemente más trabajo para examinar estos hallazgos en grandes cantidades y en diferentes entornos con el objetivo de comprender mejor los factores que afectan la propagación del coronavirus por el aire y la superficie. Es necesario estudiar este fenómeno porque ayudaría a modificar las medidas de salud pública al prevenir infecciones, priorizar los recursos y estratificar el riesgo de los pacientes con