Según expertos, existe poca mejora en recuperación de empleo y confianza empresarial

Que los indicadores cualitativos se mantengan en el terreno pesimista es congruente con expectativas de crecimiento muy deterioradas

Reducción en empleo es moderada y se debe en gran parte a reapertura de muchos establecimientos que estaban cerrados por las medidas de confinamiento

Según datos de junio 2020 del informe del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), existe una moderada recuperación del empleo tras la apertura escalonada de la economía mexicana. No obstante, se prevé una lenta recuperación lejos de los optimistas panoramas, debido al cierre definitivo de múltiples negocios que adelgazarán la actividad económica en general.

Basados en la encuesta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre ocupación y empleo de junio 2020, indica que 5.7 millones de personas retornaron al mercado laboral y aproximadamente 4.8 millones de trabajadores se reincorporaron a la ocupación, la mayoría en el sector informal.

La cantidad de personas sin empleo en junio en comparación con lo reportado en marzo 2020, cuando inició la pandemia, tuvo una reducción de poco más de 7 millones de trabajadores en relación a los 12 millones perdidos reportados en el mes de abril. No obstante, la reducción es moderada y se debe en gran medida a la reapertura de muchos de los establecimientos que estaban cerrados, pues el cambio en el número de afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en junio 2020 fue negativo de igual manera, por lo que no se puede hablar de una recuperación franca el empleo.

En cuanto a la confianza empresarial, también se observa un ligero aumento, pero aún se mantiene en expectativas negativas, por lo cual la elevada incertidumbre dificulta anticipar por el momento la recuperación en el consumo e inversión y, por ende, retomar el crecimiento de la economía mexicana.

Así, los ejecutivos financieros del CEESP también consideraron que la recuperación de los empleos está cuesta arriba por la elevada mortandad de empresas y debido a la falta de un entorno más propicio para la inversión, ya que a pesar de la reapertura posterior a las medidas de confinamiento, prevalecen paralizados diversos sectores y limitan una recuperación prolongada.

Dichos indicadores cualitativos se mantienen por debajo del umbral de 50 puntos que separa los niveles de pesimismo y optimismo dentro de dichos indicadores pues se encuentran, en promedio, 10 puntos alejados del umbral de optimismo.

Los pronósticos negativos se dan en un momento en que el analistas del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas ajustaron a la baja las perspectivas de la economía nacional de 9.5% a una caída de 10% del producto interno bruto (PIB) en para el cierre de 2020.

Esta baja en la previsión también se produjo por la "elevada incertidumbre sobre el camino de la recuperación", aun cuando en junio y julio 2020 varios indicadores comenzaron a repuntar. De esta manera el informe del CEESP concuerda con las expectativas de diversos analistas y ve una discreta recuperación en junio 2020 tanto de