Quitina, un polímero orgánico que podría usarse para construir refugios en Marte

Según un estudio, soluciones para el desarrollo sostenible en la Tierra podrían ser clave en el desarrollo humano interplanetario

Científicos construyeron con un material quitinoso herramientas y un modelo de hábitat marciano, con las condiciones iniciales de un asentamiento en Marte

Científicos de la Universidad de tecnología y diseño de Singapur estudiaron y proponen el uso de quitina, un polímero orgánico, para la creación de herramientas y refugio en las futuras misiones a Marte. Debido a los planes de la Administración nacional de aeronáutica y el espacio (NASA) de Estados Unidos de enviar humanos a la Luna en 2024 y a Marte en 2030, el desarrollo de tecnologías y materiales con recursos disponibles localmente en el satélite de la Tierra o en el vecino planeta rojo es esencial para maximizar, a la vez, los rendimientos científicos y minimizar los costos.

La quitina es el segundo polímero más abundante en la Tierra, después de la celulosa. Éste se produce y se metaboliza en casi todos los reinos biológicos y es un componente principal de las paredes celulares de los hongos, los exoesqueletos de artrópodos, como crustáceos e insectos, y las escamas de peces y anfibios.

En su estudio, publicado en la revista científica de acceso libre Plos One, los investigadores utilizaron química simple, compatible con las condiciones iniciales de los futuros primeros asentamientos marcianos, para extraer y fabricar, con requerimientos energéticos mínimos y sin necesidad de equipo especializado, un nuevo material a partir del quitosano, un derivado de la quitina, y un mineral diseñado para emular las características de la tierra marciana.

Los autores del estudio utilizaron después el material para construir una llave inglesa y el modelo de un hábitat marciano, demostrando el potencial del material para la fabricación rápida de una variedad de objetos que van desde herramientas básicas hasta refugios rígidos, con el fin de sostener la vida humana en el entorno marciano.

De acuerdo a los científicos, el problema de crear ciclos ecológicos cerrados –es decir, que provean para el mantenimiento de la vida a través de la reutilización completa de la materia disponible–, con el fin de dar soporte a la vida humana en otros planetas es conceptualmente similar al problema del desarrollo sostenible en la Tierra. La solución propuesta en el estudio, con materiales quitinosos, proviene de una idea originada inicialmente para la producción dentro de economías regionales circulares en la Tierra.

"Los resultados presentados aquí demuestran que el desarrollo de soluciones de ciclo cerrado y cero residuos para abordar el desarrollo insostenible en la Tierra también puede ser la clave para nuestro desarrollo como especie interplanetaria", afirman los autores.

Recientemente el rover Curiosity comenzó a analizar rocas pulverizadas obtenidas de un sitio en Marte bautizado Mary Anning, por una paleontóloga inglesa del siglo XIX, en búsqueda de rastros de vida microbiana alguna vez existente en el planeta, según un reporte de NASA de principios de septiembre de 2020. No obstante, un estudio de la Universidad Cornell y del Centro de astrobiología de España, señala la posibilidad de que la evidencia biológica de vida alguna vez existente en el planeta haya sido destruida ya debido a los fluidos acídicos los cuales alguna vez fluyeron sobre la superficie marciana.

Debido a las ambiciones espaciales presentes de la humanidad, que incluyen la instalación de misiones humanas en Marte, los científicos concuerdan en la necesidad imperante de madurar las tecnologías necesarias para este objetivo, como podría ser este material a base de quitina