Calles deseables, ¿por dónde prefiere caminar la gente?

El acceso a parques, la cercanía de tiendas y negocios, así como la presencia de aceras y más mobiliario hace a las calles ser más deseables

Un estudio del MIT encontró las características que hacen a algunas calles de Boston ser más deseables para los peatones, por encima de rutas más rápidas

Si bien la movilidad se ha reducido con la pandemia de Covid-19, caminar es una actividad cotidiana, aunque no todas las calles resultan óptimas para esta actividad. El objetivo de caminar, se podría decir, es desplazarse de un punto inicial al punto final, aunque aparentemente, hay factores más allá de la distancia, que hacen a los peatones preferir un camino por encima de otro. Según el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en un proyecto donde indagan sobre calles deseables, la gente prefiere, en promedio, caminar una distancia 10% más larga comparada con el camino más corto.

Mediante el análisis de las desviaciones que toman las personas, respecto al camino más corto, los investigadores del MIT encontraron las calles más deseables de Boston. Investigando los datos de 120 mil viajes, se examinaron características del entorno construido, para entender qué tienen en común las calles consideradas como más deseables. A partir de esto, determinaron tres principales características de las calles deseables: el acceso a parques, la cercanía de tiendas y negocios, así como la presencia de aceras y mobiliario urbano. "Comprender estas características puede ayudarnos a mejorar nuestro entorno construido", afirman los investigadores del MIT.

Hacer los espacios urbanos más amigables para los peatones puede traer múltiples beneficios, entre ellos beneficios para la salud. Desde principios de la década pasada, se ha señalado un mayor riesgo de desarrollar diabetes en vecindarios no aptos para caminar. Según un estudio publicado en la revista científica Diabetes Care, este riesgo es particularmente más alto para inmigrantes en vecindarios de bajos ingresos.

En un vecindario menos transitable, un inmigrante recién llegado tiene aproximadamente 50% más de probabilidades de desarrollar diabetes en comparación con los residentes a largo plazo de zonas más transitables, señala. De acuerdo al estudio, un vecindario menos transitable se caracteriza por tener menos destinos a 10 minutos, a pie, de distancia, además de tener menor densidad residencial y calles mal conectadas.

Además de los beneficios a los peatones, mejorar el entorno construido de los espacios urbanos también puede ayudar a los residentes de estas calles. Según un estudio publicado en la revista Scientific Reports, existe una relación entre la cantidad y cercanía de árboles en las calles y los niveles de depresión de sus residentes. Esta investigación conducida en Alemania encontró que contar con más árboles alrededor de casa (menos de 100 metros) se asocia a una reducción en la cantidad de antidepresivos recetados en esa población.

Una mejor planeación del espacio urbano es indispensable para mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades. Crear calles más deseables, donde la gente prefiera caminar, es parte indispensable de esta planeación y puede tener un impacto importante para los peatones. Además, al crear calles más deseables a través del acceso a parques y más veget