¿Todas las grasas saturadas son igualmente malas para el corazón?

Por qué las grasas saturadas son tan dañinas para el corazón

Enfermedades cardiacas están relacionadas con la ingesta de alimentos proteicos como la carne roja debido al alto nivel de grasas saturadas, según reportes

Un reciente estudio en más de 100 mil personas ha encontrado un vínculo potencial entre comer grasas saturadas de la carne y desarrollar enfermedades cardiacas. Datos duros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que las enfermedades cardiovasculares causan 1,9 millones de muertes al año solo en el continente americano.

De acuerdo con los científicos, la asociación observada entre las grasas saturadas y el riesgo de enfermedad cardiovascular en estudios observacionales no han sido del todo claras. "Nuestros hallazgos son importantes porque proporcionan una posible explicación y esta relación puede variar según la fuente de alimento", apuntó Rebecca Kelly autora del estudio.

Además, los hallazgos arrojaron que las grasas saturadas de la carne pueden estar asociadas con un mayor riesgo en comparación a otras fuentes de alimentos. Una parte de ello es debido a que las personas consumen grandes cantidades de carne provocando un mayor Índice de Masa Corporal (IMC) en comparación a los bajos consumidores de proteínas.

Según la OMS, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo. "Comer mayores cantidades de grasas saturadas está relacionado con lipoproteínas de baja densidad elevadas o colesterol malo", puntualizó Kelly.

Ello aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y existe cierta evidencia alrededor de los diferentes tipos de alimentos ricos en grasas saturadas, particularmente la carne y los productos lácteos. El estudio incluyó a 114 mil 285 participantes del Biobanco de Reino Unido y estaban libres de enfermedades cardiovasculares al comienzo de las pruebas.

Los participantes complementaron evaluaciones dietéticas preguntando qué comieron el día anterior para estimar su ingesta habitual de grasas saturadas totales y de diferentes alimentos. También completaron un cuestionario donde se detallaba su estilo de vida, se tomaron muestras de sangre, pruebas físicas y otras mediciones corporales.

Cada uno de los participantes fue rastreado por el equipo de trabajo durante 8,5 años utilizando información de los registros hospitalarios y de defunción vinculados para averiguar si desarrollaron una enfermedad cardiovascular. Durante el periodo de seguimiento, se produjeron patologías cardiovasculares totales, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares en 4 mil, 3 mil y mil participantes, respectivamente.

A pesar de los amplios estudios, los resultados totales de grasas saturadas y enfermedades cardiovasculares no hubo una estrecha relación. No obstante, el consumo de un 5% más de energía total de la grasa saturada de la carne se asoció con entre un 19 a 21% de riesgos elevados de enfermedades cardiovasculares o alguna enfermedad cardiaca.

"Nuestros resultados sugieren que las diferencias en el IMC pueden ser responsables, en parte, de la asociación entre la enfermedad cardiovascular y la grasa saturada de carne", añadió Kelly. También, la especialista egresada de la Universidad de Oxford explicó que ahora es más difícil desentrañar por completo el efecto de la grasa saturada en las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, el colesterol malo con altos índices es un factor