Bogotá,
Martín Olivera
Crédito foto: Martín Olivera (Composición/NotiPress)
Durante una audiencia reciente en el Comité del Senado de Estados Unidos sobre el control internacional de narcóticos, el senador republicano Bernie Moreno afirmó que "la actividad de Hezbollah en Colombia" no fue confrontada bajo el gobierno del presidente Gustavo Petro. En la misma sesión, se debatieron medidas bipartidistas para frenar el avance del grupo libanés Hezbollah en América Latina, con atención especial a Venezuela y Colombia.
La sesión fue presidida por los senadores John Cornyn (republicano de Texas) y Sheldon Whitehouse (demócrata de Rhode Island), quienes coincidieron en la urgencia de reforzar la cooperación regional frente a lo que describieron como una amenaza creciente. Cornyn declaró: "El peligro no es hipotético, es real y está en nuestra vecindad y se alimenta de la corrupción y el narcotráfico".
Matthew Levitt, experto en financiamiento del terrorismo, y Marshall Billingslea, exsubsecretario del Tesoro de Estados Unidos, participaron como especialistas en la audiencia. Ambos señalaron que Venezuela se convirtió en el principal centro de operaciones de Hezbollah en el hemisferio occidental. Billingslea calificó a ese país como "el refugio más seguro de Hezbollah fuera del Medio Oriente".
Respecto a Colombia, Levitt indicó que la colaboración con administraciones anteriores permitió una mejor detección de las actividades del grupo, pero esa coordinación se habría debilitado en la actualidad. En ese contexto, Moreno sostuvo que el presidente Petro mostró simpatía hacia Hamás y anunció su intención de promover una ley la cual incluya al mandatario y a su entorno en la llamada "Lista Clinton" por presuntos vínculos con actividades de narcotráfico.
El documento académico Hezbolá como delegado iraní y su progresiva expansión en América Latina señala que esta organización encontró un nuevo espacio de operación en la triple frontera entre Colombia, Panamá y Venezuela. En esta zona, la cooperación con estructuras armadas locales facilitó actividades de narcotráfico y lavado de dinero.
Desde 2009, se reportó la existencia de una célula activa de Hezbollah en el departamento colombiano de La Guajira, cercana a la frontera con Venezuela, dedicada al recaudo de fondos. En 2021, las autoridades colombianas desmantelaron un plan de asesinato contra un ciudadano israelí, presuntamente vinculado a este grupo.
Investigaciones periodísticas también documentan nexos de Hezbollah con disidencias de las FARC y el ELN en operaciones de tráfico de drogas y entrenamiento armado. Estas actividades incluirían el uso de empresas fachada para exportar productos camuflados con cocaína, según informes de la Fiscalía colombiana.
El Congreso estadounidense evalúa incluir nuevas sanciones y ampliar el intercambio de inteligencia con países de la región. Si el Departamento de Estado concluye que Colombia no colabora suficientemente en la lucha contra el terrorismo, se abriría la posibilidad de imponer sanciones adicionales.