Bogotá ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Cancillería
Colombia y China consolidan su asociación estratégica integral con nuevos compromisos en infraestructura, transición energética y desarrollo tecnológico. El 25 de noviembre de 2025, la canciller Rosa Yolanda Villavicencio recibió en Bogotá al embajador chino Zhu Jingyang para revisar los ejes prioritarios de cooperación bilateral.
El encuentro, realizado en el Palacio de San Carlos, se enfocó en fortalecer áreas clave como la conectividad digital, la ciencia aplicada y proyectos sostenibles con impacto regional. Según la Cancillería, estas iniciativas responden a un plan conjunto que busca dinamizar el desarrollo en territorios con brechas históricas.
"La cooperación que se ha venido consolidando busca mejorar la calidad de vida de las comunidades, especialmente en territorios con brechas históricas", afirmó la ministra Villavicencio, al destacar el enfoque territorial y sostenible de los proyectos acordados.
Por su parte, Zhu Jingyang expresó la voluntad del gobierno chino para "profundizar los vínculos con Colombia y ampliar los escenarios de intercambio económico, cultural y educativo, para promover un desarrollo equilibrado y mutuamente beneficioso".
Esta agenda de trabajo bilateral se desarrolla dos meses después de que el presidente Gustavo Petro ordenara el relevo inmediato del personal diplomático en la embajada de Colombia en China, tras acusaciones de sabotaje a la relación bilateral. Durante una sesión del Consejo de Ministros, el mandatario afirmó: "Eso no es relaciones con la humanidad, eso es colonialismo. El cambio del personal de la embajada en China, que sabotea las relaciones, cambia mis agendas. Anula citas sin que sepamos".
En ese mismo espacio, el jefe de Estado reclamó a la canciller Villavicencio medidas inmediatas: "Porque aquí hay una cancillería que le da pena relacionarse con China y sabotea las relaciones. Toda esa gente tiene que irse. Yo quiero relaciones con todos los pueblos del mundo, no con uno".
A pesar de estas declaraciones, la reunión entre ambas delegaciones en noviembre reafirmó la intención de avanzar en proyectos conjuntos, incluyendo iniciativas agrícolas centradas en la transferencia tecnológica para mejorar la productividad rural. También se discutieron oportunidades para optimizar las rutas comerciales entre ambos países.
En ese contexto, la postura del presidente Petro en política exterior también ha incluido propuestas para la seguridad internacional. Durante la misma sesión ministerial, el mandatario reveló una conversación con el almirante John Christopher Aquilino, del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, en la que se propuso un tratado entre Estados Unidos, China, México y Colombia para controlar rutas del narcotráfico y la entrada de insumos para la producción de fentanilo.
Pese a las controversias diplomáticas y posiciones críticas en otros frentes de política exterior, el diálogo entre Colombia y China continúa orientado a resultados. Según la Cancillería, esta cooperación integral forma parte de una política exterior enfocada en relaciones internacionales de largo plazo con impacto en el desarrollo nacional.