Ciudad de México,
Juan Manuel Flores
Crédito foto: Gobierno de Colombia
Durante la Jornada del Gobierno con el Pueblo desde el Caribe, en Apartadó, Antioquia, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, informó que tiene una propuesta para llegar a un acuerdo de paz con el Clan del Golfo. Según las declaraciones de Petro, su administración ya se encuentra en conversaciones con la Fiscalía General para evaluar las opciones de "sometimiento a la justicia, de dicho grupo". Sin embargo, otorgó al Ejército Gaitanista de Colombia la pauta para buscar un acuerdo de paz al mencionar, "el que tiene el balón en la cancha es el clan del Golfo, se atreve o no, si no se atreve guerrearemos y la decisión es destruirlos".
A su vez, el presidente estableció algunas condiciones para poder iniciar los diálogos de paz con el EGC. "Si están dispuestos a dejar los negocios ilícitos, el de los migrantes, la extorsión y el traqueteo, hablamos, pero no para vernos cara de bobos, a mí me interesa más la verdad y la justicia que vengarme". De este modo, el mandatario lanzó un ultimátum al grupo paramilitar que ha incumplido con un decreto del cese al fuego unilateral, pactado en 2022. Este generó un escalamiento de violencia en diversos departamentos del país, Córdoba Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, San Andrés, Chocó y Antioquia.
Horas después de que Petro lanzará el ultimátum, el Ejército Gaitanista de Colombia se pronunció al respecto a través de un comunicado. En donde señalan, "a pesar de que desconoce nuestra identidad al llamarnos Clan del Golfo, nos permitimos comunicar que aceptamos la invitación hecha por el señor presidente". Así, confirman su disposición para negociar "las condiciones políticas que permitan las transformaciones sociales", mencionan haciendo referencia a un proceso de paz.
Sin embargo, los Gaitanistas argumentan no tener el "poder de crear las condiciones" para garantizar el flujo migratorio, pues, aseguran no tener relación con el tráfico y explotación de migrantes en el país. De igual forma se deslindan de la responsabilidad de "crear" una economía ilícita basada en la coca. Incluso, destacan que la creación del "impuesto al gramaje" fue el causante de que se cancelaran recursos sobre este producto y se convirtiera en una actividad no regulada.
"Estamos prestos de acudir a donde se nos indique a través de las personas que hemos designado...este es un camino difícil y complejo, que estamos dispuestos a recorrer acompañados de las comunidades". De este modo, el grupo reafirma su "compromiso" para iniciar los diálogos de paz, pero se deslindan del cumplimiento de las condiciones establecidas por Petro.