
Foto: ELN Voces
El anuncio de una nueva tregua navideña por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) reaviva la discusión sobre el patrón repetido de ceses al fuego en esta época del año y su impacto limitado en el conflicto armado colombiano. El grupo insurgente informó que realizará un cese unilateral de hostilidades desde las 0:00 horas del 24 de diciembre hasta las 0:00 del 3 de enero de 2026.
Según el comunicado oficial, "el Ejército de Liberación Nacional envía al pueblo colombiano un mensaje claro de paz declarando un cese unilateral el fuego para esta temporada de festividades navideñas y fin de año". La medida se da luego de una escalada reciente, incluyendo un ataque en Aguachica con saldo de siete muertos y 31 heridos.
En diciembre de 2024, el ELN difundió un mensaje similar anunciando un cese al fuego desde el 23 de diciembre hasta el 3 de enero de 2025. En ese momento, la organización declaró que la medida era un "gesto de paz con el pueblo colombiano". Además, aseguraron haber dado instrucciones a sus estructuras para "no realizar operaciones militares ofensivas contra las Fuerzas Armadas del Estado".
A finales de 2022, la guerrilla informó un nuevo cese al fuego durante el periodo navideño. Sin embargo, medios nacionales reportaron que días antes del inicio de esa tregua, 18 soldados fueron rodeados y trasladados contra su voluntad por aproximadamente 200 personas hacia un resguardo indígena en Carmen de Atrato, Chocó. Según el Ejército Nacional, los militares desarrollaban labores de control territorial en una zona con presencia del ELN cuando fueron interceptados y retenidos.
Pese a las declaraciones de paz, el contexto de estas treguas estuvo marcado por actos violentos en fechas cercanas a su inicio. La más reciente ofensiva en Aguachica ocurrió durante un paro armado de 72 horas convocado por el ELN. Esta acción derivó en cerca de un centenar de hechos de intimidación en varias regiones, según reportes de medios locales.
El grupo insurgente, en respuesta a críticas por sus acciones armadas, afirmó: "Aclaramos que no es política del ELN realizar operaciones militares que afecten a la población. Son los órganos de inteligencia del Estado y los grandes medios funcionales a ella, quienes adelantan una guerra comunicacional pretendiendo crear esa falsa imagen con base en mentiras".
Paralelamente, diversos organismos y actores civiles pidieron coherencia entre las acciones y los anuncios del grupo armado. Una de las voces que se expresó en este sentido fue Iris Marín, encargada de la defensoría del Pueblo, quien manifestó en la red social X: "Un gesto de coherencia sería, por ejemplo, la liberación incondicional de las personas que permanecen secuestradas".
Mientras tanto, las negociaciones formales entre el ELN y el gobierno colombiano se mantienen suspendidas desde mediados de 2024, luego de una serie de ataques en el Catatumbo. Según se anunció, una nueva etapa de diálogos podría retomarse en enero de 2026.
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