Bogotá,
Axel Olivares
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Bogotá y varios municipios aledaños, como Chía, experimentaron el miércoles 6 de noviembre una emergencia por inundaciones debido a lluvias torrenciales inéditas que desbordaron la capacidad del sistema de drenaje. Las fuertes precipitaciones afectaron vías principales como la Autopista Norte, donde miles de vehículos quedaron atrapados y el tráfico colapsó, afectando gravemente la movilidad en la región. Las autoridades continúan monitoreando la zona ante posibles nuevas precipitaciones.
En la madrugada del 7 de noviembre, las autoridades desplegaron un operativo de emergencia para liberar la vía y facilitar el tránsito en el norte de la ciudad. Según Miguel Silva Moyano, secretario general de la Alcaldía de Bogotá, se estableció un contraflujo en la calzada oriental de la Autopista Norte para permitir el ingreso a la ciudad y un reversible en la carrera séptima en sentido sur-norte para facilitar la salida. Silva explicó que el volumen de agua en las últimas horas, registrado en 94 litros por metro cuadrado en solo tres horas, es un fenómeno sin precedentes en los últimos 27 años, agravado por la saturación de los humedales de Torca y Guaymaral, que actúan como áreas naturales de contención en la zona.
Los efectos de las inundaciones se sintieron también en Chía, donde el alcalde Leonardo Donoso implementó un plan de contingencia que incluyó la cancelación de clases en instituciones educativas locales y en la Universidad de La Sabana, que decidió cambiar las clases presenciales a modalidad remota. De acuerdo con reportes oficiales, al menos 4,300 estudiantes de 12 colegios fueron afectados, con 52 rutas escolares atrapadas y 30 vehículos rescatados en la noche del miércoles.
El Punto de Mando Unificado (PMU) informó que, hasta el cierre de la noche del miércoles, más de 1,400 personas fueron evacuadas, en su mayoría estudiantes de instituciones cercanas a la zona inundada. Además, se procedió con la remoción de vehículos en la Autopista Norte, especialmente en la calzada occidental, para reabrir el tráfico en el sector.
Las autoridades llamaron a la cooperación interinstitucional para enfrentar la situación. Mientras tanto, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, aprovechó la oportunidad para llamar a los líderes locales a trabajar en soluciones a largo plazo que consideren el cambio climático y la infraestructura adecuada para evitar que este tipo de crisis se agraven en el futuro. "Si se van a invertir billones de pesos en esa ampliación, pues que se inviertan para mejorar el problema y no profundizarlo", subrayó Muhamad, quien pidió no buscar culpables sino unificar esfuerzos para liberar y proteger los espacios naturales del agua.
Con las afectaciones aún presentes en numerosas áreas del norte de Bogotá y el municipio de Chía, las autoridades continúan monitoreando la situación y brindando asistencia a las comunidades afectadas. Mientras tanto, se pronostican nuevas lluvias en los próximos días.