La gestión de Petro enfrenta un futuro incierto debido a la economía y la inseguridad

 29-05-2024
Axel Olivares
   
Portada | Colombia
Foto: Andrea Puentes (Presidencia Colombia)

Foto: Andrea Puentes (Presidencia Colombia)

El mandato de Gustavo Petro está llegando a la mitad de su camino y muchos ya empiezan a evaluar cuál será el futuro del mandatario después de 2026. Aunque, inevitablemente, para hacer este análisis se debe tener en cuenta la situación de la administración actual.

Siendo el primer presidente de izquierda, Petro llegó al poder con la promesa de revertir los déficits sociales y poner en marcha una agenda medioambiental. Sin embargo, Colombia no ha visto un cambio trasversal hasta ahora. El mandatario se encuentra en constante puja con el Congreso el cual no le permite avanzar con sus reformas centradas en darle al Ejecutivo más control sobre la economía. La actividad económica se ha visto perjudicada por los altos índices de inflación y la desconfianza de los inversionistas. Por otro lado, la violencia y la inseguridad han empeorado. En consecuencia, la aprobación del Presidente ha caído a un 34%, mientras que su índice de desaprobación llega hasta el 60%.

En efecto, las políticas de Petro se han radicalizado al punto de plantear una reforma constitucional para poder acceder a una reelección, lo cual no está permitido en Colombia. No obstante, hasta ahora es poco probable que la posición de Petro mejore si la economía no avanza y la delincuencia crece. Se prevé que la economía crezca solo un 1,5% este año, luego de aumentar solo un 0,6% en 2023. Mientras que, por otro lado, se registra un desempleo del 11.5%.

Por otra parte, el panorama fiscal es otro lastre de "Gobierno del Cambio". Felipe Hernández de Bloomberg Economics declaró que "con este nivel de crecimiento y déficit fiscal, la deuda de Colombia es completamente insostenible. (...) No necesariamente habrá una crisis fiscal ahora porque la carga de la deuda y sus vencimientos aún son manejables, pero el panorama está empeorando".

Las ambiciones políticas de Gustavo Petro se han equiparado a las de otros gobiernos latinoamericanos. Sin embargo, en la práctica, no tiene el apoyo del Congreso con el cual mantiene una relación tensa, como también se enfrenta a rivales políticos con gran amparo en la sociedad. Esto no significa que Petro no dará pelea para conservar su legitimidad. Según afirma Bloomberg, Petro puede pasar a estimular la colisión con las clases dirigentes o impulsar gastos estrafalarios a costa de perjudicar la gestión fiscal, pero, a pesar de todo esto, afirma Hernández "no veo cómo el presidente puede permanecer en el poder más allá de 2026 en las circunstancias actuales".




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