Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: MinMinas
El Ministerio de Minas y Energía inauguró la primera Comunidad Energética de Salud en Colombia, ubicada en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Este proyecto innovador incluye un complejo de 224 paneles solares instalados en el Hospital Departamental Lynd Newball de San Andrés, con una capacidad para reducir en un 20% el consumo energético del centro asistencial, lo que equivale a 135 kW.
La instalación eléctrica, de tipo Grid Tie, transforma la energía solar captada en corriente utilizable para los equipos del hospital. Con un costo de $8.064 millones en su primera etapa, el proyecto permitirá al hospital, que actualmente paga una factura de energía cercana a los $100 millones mensuales, ahorrar significativamente en su consumo. Adriana Rey, gerente del hospital, destacó que los recursos ahorrados se destinarán a inversiones, insumos y medicamentos para mejorar los servicios de salud.
El proyecto no se detiene aquí. La segunda fase, actualmente en estructuración, busca un ahorro del 50% en el consumo energético del hospital. Esta etapa incluirá la incorporación de baterías y se estima que costará cerca de $1.500 millones, lo que permitirá generar 300 kW adicionales, cubriendo un 40% de la energía requerida por el centro asistencial.
En el contexto del IX Encuentro de Zonas No Interconectadas, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho Morales, anunció la contratación de otras 11 Comunidades Energéticas en las islas. Estas iniciativas, que contarán con la participación de juntas de acción comunal y asociaciones de pescadores artesanales, forman parte de un plan más amplio del Gobierno para crear 500 Comunidades Energéticas en Zonas No Interconectadas (ZNI) del país, lo que beneficiará al 40% de la población en esas áreas.
Ángela Álvarez, directora del Fenoge, explicó que estas acciones son clave en la estrategia de Transición Energética Justa del Plan Nacional de Desarrollo. Las primeras Comunidades Energéticas se establecerán en regiones como la Atlántica, Pacífica, Andina y Orinoquía, como parte de un esfuerzo por diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de fuentes tradicionales.