Foto: Axel Olivares (NotiPress/Composición)
Desde que inició su gestión como alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán sostuvo una relación marcada por tensiones con el presidente Gustavo Petro. Las diferencias entre ambos se manifestaron públicamente, especialmente en temas de seguridad y conducción política.
Uno de los episodios más visibles se generó tras el anuncio del programa distrital "Guardianes del Orden". La iniciativa busca que expolicías y miembros retirados de la fuerza pública apoyen labores de seguridad en la ciudad. Ante la iniciativa, el presidente Petro reaccionó críticamente a través de su cuenta en X, alineándose con cuestionamientos del Ministerio del Interior.
"Se transformaron los jóvenes de convivencia y paz en ‘Guardianes del Orden’ en Bogotá'", escribió Petro. En ese mismo mensaje, cuestionó el giro ideológico del movimiento que representa Galán. "No entiendo el paso a la derecha del Nuevo Liberalismo, que no es un asunto simple de palabras, sino de concepción y déficit democrático", expresó el jefe de Estado.
El mandatario también criticó el enfoque económico del gobierno distrital. "Ahora propone tener salarios bajos, pero además, sabedor de que eso desencadena conflictos, elimina el mecanismo de resolver dialogadamente las diferencias", afirmó. Y agregó: "El conflicto social no se trata con represiones porque se cosecha muertos. El conflicto social no es más que una oportunidad para avanzar con una sociedad viva".
La crítica alcanzó un nivel histórico cuando Petro hizo una comparación con el Magdalena Medio, mencionando estructuras que, según él, estuvieron relacionadas con el paramilitarismo. "Ese tipo de organizaciones concebidas como seguridad para la muerte, ubicadas en el Magdalena Medio, terminaron asesinando a Luis Carlos Galán [fundador y líder de Nuevo Liberalismo y padre del actual alcalde de Bogotá]", concluyó en su publicación.
El tono de confrontación se agudizó cuando el presidente, en medio de una jornada de protestas, se refirió a los mandatarios locales como "alcalduchos". La declaración fue rechazada por la Federación Colombiana de Municipios, que emitió un comunicado en el que expresó su inconformidad con las palabras del presidente hacia los alcaldes del país.
Dicha tensión se trasladó también al manejo institucional durante la jornada de movilizaciones. El Distrito anunció que mantendría la operación normal de sus servicios públicos. Aun así, Petro, a través de su cuenta de X, lanzó una crítica directa: "Pero si no le entregas el agua a la ciudad. ¿De qué servicios hablas? No sabes ni porqué el agua se evapora en tu ciudad".
La respuesta del alcalde Galán se centró en reafirmar el compromiso con la protesta pacífica y con la ciudadanía. "Todos los servicios del Distrito funcionarán con normalidad, incluidos 355 jardines infantiles, 116 comedores comunitarios, 30 Centros Día para la vejez, 12 Centros Amar para la prevención del trabajo infantil y 16 Centros Crecer para niños y niñas con discapacidad", informó.
A lo largo de estos episodios, la relación entre la Presidencia de la República y la Alcaldía Mayor de Bogotá estuvo marcada por desacuerdos abiertos, La fricción tuvo especial efecto en temas de seguridad, comunicación institucional y orientación ideológica.
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