Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La Organización Panamericana de Salud (OPS) lanzó una alerta epidemiológica para prevenir, vigilar y diagnosticar el virus Oropouche antes de que los recientes hallazgos se extienda geográficamente. Esto se debe al aumento de la enfermedad en nuevas áreas y el reporte de las primeras muertes asociadas con la infección.
Hasta julio de 2024, cinco países reportaron un total 8.078 casos confirmados de Oropouche con dos defunciones. Entre los países afectados se encuentran: Bolivia (356 casos), Brasil (7.284 casos, incluyendo dos muertes), Colombia (74 casos), Cuba (74 casos) y Perú (290 casos).
A pesar de que la enfermedad se considere leve, su expansión subraya la necesidad de activar una mayor vigilancia ante manifestaciones más severas. De hecho, en el mes de julio, se reportó en Brasil la investigación de casos de transmisión de OROV por parte de mujeres embarazadas hacia el feto.
El virus se transmite principalmente a través de picaduras del jején. Este insecto se concentra en la región amazónica. Sin embargo, como producto del cambio climático, la deforestación y la urbanización no planificada se ha provocado la extensión de estos insectos a estados no amazónicos de Brasil y a países como Bolivia o Cuba.
Los síntomas del OROV son: fiebre repentina, intenso dolor de cabeza, dolor en las articulaciones y músculos. Algunos pacientes pueden presentar exantema, fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas, vómitos y diarrea. Estos síntomas pueden durar entre cinco y siete días. De todas formas, la mayoría de los casos se recuperan sin secuelas. Solo una baja proporción de los infectados puede requerir varias semanas para su total recuperación, y en raras oportunidades pueden existir casos con meningitis aséptica.
Para el correcto diagnóstico de OROV se requieren técnicas moleculares de laboratorio. Para eso, la OPS ha fortalecido la capacidad de diagnóstico en 26 países de la región. No obstante, debido a la similitud de síntomas con otras enfermedades y una falta de vigilancia sistemática en varios países, la presencia de casos con el virus Oropouche puede ser subestimada.
En efecto, la OPS recomienda a los países afectados reforzar la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico de laboratorio, sobre todo, para identificar casos fatales y severos, y posibles casos de transmisión vertical. Por otro lado, la organización insta a ampliar las campañas de prevención y la vigilancia entomológica, además de fortalecer el control vectorial para reducir la población de mosquitos y jejenes.
También se llama a la población a tomar medidas preventivas como el uso de repelentes, ropa que cubra brazos y piernas y mosquiteros de malla alta. A su vez, se pide tomar precauciones adicionales durante brotes, especialmente para grupos vulnerables como mujeres embarazadas.
Por el momento, no existen vacunas ni tratamientos para la fiebre de Oropouche. Por lo tanto, el manejo de la enfermedad es sintomático atendiendo el dolor y la rehidratación del paciente. Mientras tanto, la OPS sigue de cerca la situación brindando asistencia técnica para ayudar a los países de la región.