Foto: Olia Danilevich en Pexels
Inflación de agosto en Estados Unidos se ubicó en línea con las expectativas del mercado, aunque permaneciendo por arriba del 5% por cuarto mes seguido. Lo anterior, se interpreta como una disminución de las presiones inflacionarias que se habían tenido en la primera mitad del 2021. Esto da margen a la Reserva Federal (fed) para no subir las tasas de interés.
Con los datos del índice de precios al consumidor (IPC) publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por su sigla en inglés), la inflación tuvo una leve tendencia a la baja por debajo del 5.4% reportado el mes anterior y el cual significó el máximo alcanzado desde 2008. En su comparación mensual la inflación se situó en 0.3%, mostrando una disminución, después de ubicarse en 0.5% en julio 2021.
Durante agosto, la baja en las presiones inflacionarias fue evidente, aunque siguen existiendo riesgos en los precios de los bienes en la economía. Cabe señalar que gran parte de las contracciones mensuales se dieron en servicios y bienes afectados anteriormente por los estragos de la pandemia. Lo anterior lleva a pensar que los consumidores de nuevo mostraron un cambio de comportamiento ante la variante Delta.
Así, la economía estadounidense sigue resintiendo los estragos de la crisis sanitaria pese al vigoroso repunte registrado desde el tercer trimestre de 2020. No obstante, tras los reportes de inflación, la Fed tendrá margen para no subir las tasas en próxima reunión de política monetaria.
En el futuro se espera que sigan las presiones inflacionarias por parte de la oferta y un cierre de 2021 con una inflación anual por arriba del 5%. Esto apoya a las expectativas de que la Fed mantenga una postura flexible por un tiempo más prolongado. Vale recalcar, el próximo 22 de septiembre de 2021 la Reserva Federal dará su anuncio de política monetaria donde se espera se mantengan sin cambios los referentes de la tasa de interés, así como el programa de compra de bonos.
Dicho margen para la decisión de política monetaria de la Fed, está respaldado por los últimos datos de empleo en la economía estadounidense. Estos mostraron un dinamismo por debajo de lo esperado donde las nuevas nóminas no agrícolas subieron 250 mil unidades para agosto contra las 750 mil pronosticadas. Así, los bajos niveles de empleo y los anuncios de inflación a la baja reducen la probabilidad de un endurecimiento en la política monetaria expansiva.
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