Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El último informe del Banco Mundial asegura que China tiene un pronóstico económico favorable para el resto de 2024. Sin embargo, aún se necesitan reformas estructurales para que el país mantenga el impulso de crecimiento que viene sosteniendo hasta ahora. Para el año, se proyecta un crecimiento de 4,8% del PBI, lo cual, significa un alza de 0,3 puntos porcentuales con respecto a lo pronosticado en diciembre de 2023.
Según afirmó el Banco Mundial a través del Growing Beyond Property: Cyclical Lifts and Structural Challenges, la actividad económica en China se ha recuperado durante los primeros meses de 2024, impulsada sobre todo por un aumento de las exportaciones. No obstante, el crecimiento de la demanda interna se moderó.
La revisión muestra un índice de exportación mayor de lo esperado, en este también se puede ver el impacto de las medidas políticas implementadas para apoyar el mercado inmobiliario, así como un mayor gasto fiscal. En este sentido, el Banco Mundial afirma que los riesgos para las perspectivas de crecimiento están, en términos generales, equilibrados.
Por otro lado, el informe indica que, para mantener el impulso del crecimiento resulta importante implementar una estabilización más temprana del sector inmobiliario y un gasto fiscal mayor de lo esperado. De esta forma, el país podría tener un crecimiento por encima del pronóstico actual. Otra sugerencia es llevar a cabo un progreso sustancial en las reformas estructurales para el establecimiento de un entorno propicio para el sector privado. Un ambiente así podría impulsar la confianza a corto plazo y el crecimiento de la productividad a largo plazo.
"Las reformas estructurales podrían ayudar a China a mantener el impulso de crecimiento en el corto plazo y a perseguir objetivos a largo plazo", afirma Mara Warwick, directora nacional del Banco Mundial para China, Mongolia y Corea. Por otro lado, Warwick afirma, "las políticas para acelerar la transición hacia la neutralidad de carbono podrían impulsar la demanda de tecnologías verdes, mientras que la resolución de la deuda y la salida de empresas inviables en el sector inmobiliario y otros sectores reducirían los desequilibrios y liberarían recursos, los cuales pueden ser utilizados por empresas más productivas".
Otro de los factores analizados por el informe es la forma en la que impacta el envejecimiento de la población en el crecimiento y la desigualdad de China. El envejecimiento acelerado de la población china puede tener un impacto económico de alto alcance, sin embargo, la aplicación de las políticas adecuadas puede hacer que esa transición demográfica sea más manejable.
Frente a esto, Elitza Mileva, economista principal del Banco Mundial para China, afirma, "los desafíos económicos que plantea el envejecimiento de la población se pueden superar con políticas que aumenten la participación en la fuerza laboral y extiendan la vida laboral productiva". Entre las medidas las cuales Mileva indica que podrían ampliar la fuerza laboral en China se encuentra: el cuidado infantil asequible, un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, la eliminación del sesgo de género en la contratación, una edad de jubilación más alta, la mejora de las habilidades y el aprendizaje permanente.
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