Ciudad de México,
Antonio Moreno
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Con nuevas políticas para el cuidado del océano, así como de su flora y fauna, podrían establecerse grandes beneficios en el mundo en cuanto abastecimiento de comida y combate al cambio climático. También podría contribuir a la producción de empleos, la generación de energía renovable y, con ello, una reactivación económica. Sin embargo, para lograrlo, según el Panel Oceánico (The Ocean Panel) es necesario implementar cinco prioridades durante la crisis climática.
Copresidido por Palau y Noruega, el Panel Oceánico es un comité enfocado en los mares que tiene influencia directa en las autoridades para activar, amplificar y acelerar acciones ambientales alrededor del mundo. Según el Panel, si tan solo el 30 por ciento del océano se encontrara protegido eficazmente, este podría proveer una reducción del 20% en las emisiones de carbono. Ello permitiría lograr la meta del acuerdo climático de Paris en establecer el calentamiento global en un límite de 1.5 grados Celsius por encima de los niveles industriales.
El acuerdo contempla también generar 40 veces más energía renovable de la generada en 2018, además de generar 6 veces más comida sustentable de mar; 12 millones de empleos y producir 15.5 billones de dólares netos en beneficios económicos. Estos resultados no están garantizados, requieren prestar atención a estas prioridades en la forma de políticas y prácticas para la economía oceánica.
Gestionar la producción de mariscos de manera sustentable. El Panel Oceánico afirma, restaurar la población de peces, capturarlas a niveles sostenibles y expandir la maricultura sostenible puede desarrollar un mar saludable. Actualmente, el pescado, crustáceos y moluscos proveen sólo el 17% de la comida comestible. Con estos cambios, para 2050 el mar podría significar entre el 12 y 25% de la carne adicional necesaria.
Mitigar el cambio climático. Ello implicaría considerar al océano como un ente capaz de producir energía renovable e implementar transporte marítimo sustentable. También es necesario producir comida sin reducir la población de peces representa avances en la disminución emisiones de dióxido de carbono.
Detener la pérdida de biodiversidad. Las áreas marinas efectivamente protegidas (MPAs, por sus siglas en inglés) son la mejor herramienta para detener esta pérdida, pues en estas está prohibido pescar y otras actividades dañinas. De acuerdo con el Panel Oceánico, sólo el 2.6% del océano en el mundo está protegido como MPA, pero planea llegar a cubrir el 30% como MPA para 2030.
Aprovechar las oportunidad de recuperación económica. Debido a la crisis económica causada por la Covid-19, los trabajadores del mar y otros sectores se han visto afectados. Mas una ‘economía azul’ podría representar un gran impulso en la economía y apoyar a quienes han sido perjudicados. Algunos factores primordiales para reactivar la economía marítima consistirían en restaurar los ecosistemas marítimos y espacios turísticos, gestionar las aguas residuales y alcantarillado, invertir en maricultura sostenible dirigida por comunidades. También implica desarrollar incentivos para fomentar el transporte marítimo de cero emisiones e invertir en energía renovable basada en océanos.
Administrar el océano como un todo. Para alcanzar las tres metas propuestas por el Panel Oceánico — proteger eficazmente, producir de manera sostenible y prosperar equitativamente — se necesitará encontrar maneras más eficientes de usar el mar. Además, poner atención en la prevención de desastres, bienestar de las personas y en la salud de ecosistemas, así como usar tecnologías para optimizar rendimientos y establecer orientación científica continua.
Dichas prioridades del Panel Oceánico son esenciales para conseguir un cambio estructural en la forma de usar el mar alrededor del mundo. Establecer una ‘economía azul’ mejoraría la calidad de vida de millones de personas no solo por su acercamiento al mar sino también contribuiría a combatir la crisis climática.