Ciudad de Mèxico,
Javier Merino
Crédito foto: Josue Díaz (NotiPress/Composición)
Asistir a un concierto "masivo" en México se ha encarecido más de mil por ciento durante los últimos veinte años. Esto según el costo del boleto que tenía asistir al festival Vive Latino (VL) en 2002, el cual fue de 180 pesos, comparado con los más de mil 900 pesos de boleto para la edición de 2022.
Sin embargo, algunos medidores como el salario mínimo podrían relacionarse con lo costoso o económico de festivales y conciertos. No obstante, no se incrementan al mismo nivel y rapidez que el dinero desembolsado para acceder a un concierto. Siguiendo el ejemplo de la edición 2002 del VL, el salario mínimo entonces, según la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), fue de 42.15 pesos, 40.10 y 38.30, para zona A, B Y C, por día, respectivamente. En resumen, cada vez se paga más por asistir a un concierto o festival de música, sin importar la temática de éste.
Por lo tanto, si alguien deseaba asistir a tal concierto durante 2002 mientras percibía de uno a dos salarios mínimos al día -alrededor de 84.30 pesos- debía destinar 2.1 días de su salario para cubrir el importe del boleto de dicho festival. En comparación, para la edición de 2022 del VL, si un trabajador asalariado percibe uno o dos salarios mínimo al día, según la zona geográfica del país cuya variación es de 141.70 MXN a 172.87, la cantidad de días de salario mínimo a destinar por abono de boletos, es de cinco a diez días.
Tal cantidad cubriría el acceso a 3 días de concierto, en fase de preventa, cuyo costo final fue de mil 990 pesos zona general, hasta un costo de 3 mil 890 pesos (Citibanamex Platinum). De este modo, si se desea comprar la mejor experiencia según este último abono de boletos, representaría un incremento del 2 mil 180 por ciento con respecto a los 180 MXN que costaba el boleto en 2002 y un total de 97.25 días de salario mínimo de ese entonces para cubrir el costo de los tickets.
En dado caso de comparar la cifra con el salario mínimo vigente este 2022, cuyo salario mínimo máximo es de 172.87 pesos, la cantidad de días de salario a invertir para comprar el abono más caro en 2022, es de 22.5 días, aproximadamente. Esto sin tomar en cuenta los gastos extra durante el evento, como transporte, comida y bebida. NotiPress tomó este festival como referencia debido a que es uno de los festivales más longevos de México y uno de los internacionalmente más reconocidos, en cuyos escenarios se han presentado artistas de todo el mundo.
No obstante, México no es el único país en donde esto sucede y autores como Alan B. Krueger, Presidente del Consejo de Asesores Económicos de la ciudad de Cleveland, Ohio, ofrecía claridad al respecto, desde junio del 2013. Esto sucedió en una charla con motivo de una investigación llamada Desigualdad de ingresos y la reconstrucción de la clase media, en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
Durante este evento, llamó "Economía de Superestrellas" al pequeño número de artistas que crecen al nivel de "superestrellas" y acaparen la mayor parte de los ingresos en la industria musical. También señaló el incremento de casi 400 por ciento del ticket promedio para un concierto en Estados Unidos, entre 1981 y 2012.
Según este autor, hay 4 factores determinantes para dicho fenómeno, como la tecnología, la escala o masificación del personaje y la globalización. Según el autor, es difícil vigilar las reproducciones no autorizadas de la música. Esto reduce los ingresos de los intérpretes por discos vendidos, provocando un aumento en los precios de las actuaciones en vivo.
Volviendo al caso mexicano, el Corona Capital es un festival anual llevado a cabo desde el año 2010 y se considera el equivalente mexicano a festivales como Coachella y Lollapalooza. Sin embargo, la notoriedad y estatus otorgado a dicho festival ha ocasionado un aumento del mil por ciento del costo, igual al caso del VL. El costo del festival en su primera edición fue de 770 MXN y en 2022 los boletos alcanzaron un precio de 8 mil pesos. Por lo tanto, si la tendencia observada por Alan B Krueger era del 400% en 30 años en 2012, en México con todo y las diferencias distintivas de país a país, es de casi el triple a la fecha.
Aunque no solo los festivales han encarecido ni gozado de un estatus debido a los artistas presentados en sus escenarios. En el caso específico de "superestrellas" tenemos a Bad Bunny en el portal de Ticketmaster con entradas para su concierto en el Estadio Azteca el 9 de diciembre de 2022, desde los 504 a los 8 mil 450 pesos. Los tickets para Harry Styles cuestan desde 350 hasta 4 mil pesos. Todos estos artistas y eventos han logrando sold out en sus más recientes fechas.
Estos temas han cobrado nueva relevancia porque muchos artistas han mostrado aversión a subir los precios de conciertos por temor a ganarse la reputación de estafar a sus fans. Además de la protesta cuando las entradas se venden a precios exorbitantes en preventas preferentes abriendo el tema a posibles actos de discriminación. Asimismo, toma relevancia en el ámbito de la reventa de tickets como un mercado ilegal de especulación y corrupción.