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Al inicio de 2019, ProMéxico, entidad insignia de la promoción de las exportaciones y las inversiones en México, cerró sus oficinas centrales en la Ciudad de México, estados de la república, y 46 representaciones en el mundo como Nueva York, Los Ángeles, Londres, Madrid, Moscú, Bogotá, Ciudad de Guatemala, Buenos Aires y Sao Paulo. Esto por la política de austeridad del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien desde sus promesas de campaña prometió recortar entidades y reducir la burocracia.
El cese de operaciones de ProMéxico implicó el despido de alrededor de 600 funcionarios. El aviso del cierre llegó en diciembre de 2018, y no fue bien recibida por el sector empresarial, el cual temió que se tratara de una medida "populista" y no estratégica, pues la entidad se había hecho notar cuando se desarrolló el fideicomiso para crear la nueva promotora de exportaciones e internacionalización de empresas mexicanas y la inversión del país.
De esta manera, el gobierno de AMLO posicionó al tema como algo prioritario y mencionó, la promoción comercial y de inversiones se desarrollarían directamente con los embajadores de cada nación. Antes de 2007, estas funciones eran llevadas por el Banco de Comercio Exterior de México (Bancomext), pero la administración de Felipe Calderón decidió crear un fideicomiso especial para desarrollarlas, como normalmente hacen los países dentro de la OCDE. Ahora, sin esta entidad, México es el único país perteneciente a la OCDE sin una entidad especializada en estas funciones.
En este sentido, el cierre de ProMéxico apura al sector industrial de México con interés de exportar a nuevos mercados, así como obliga a la administración del país a replantear un modelo de promoción y comercio exterior. Según José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, el sector privado, específicamente los industriales, destinarán recursos para contratar servicios de consultoras privadas, y sus representantes en mercados externos: "Sólo así podrán hacer labor de promoción, análisis y de defensa de algunos de sus intereses".
Fernando Ruiz Huarte, director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce) declaró en el contexto del XXVI Congreso del Comercio Exterior Mexicano, al presidente AMLO lo desinformaron sobre la importancia de contar con un órgano como ProMéxico, "muchos de los principales países en el comercio mundial tienen organismos de promoción del comercio y la atracción de inversiones". Igualmente, destacó la falta de fortalecimiento de esta vertiente en México, no sólo del gobierno federal, sino también de organismos privados como Comce.
Asimismo, en el primer informe de gobierno, AMLO dijo, en su gobierno puso fin a la contratación indiscriminada de personal de confianza, a la asignación sesgada de oficinas, vehículos, mobiliario, equipo de telecomunicaciones y viáticos. "Por ejemplo, se cerraron 51 representaciones que existían en las principales ciudades del mundo llamadas ProMéxico, dedicadas supuestamente a la promoción del país, algo hasta ridículo, porque en ninguna parte existen oficinas ProAlemania, ProCanadá, ProFrancia, etc.".
Igualmente, de la Cruz menciona que las pymes son las que más sentirán el impacto de la ausencia de este órgano, porque tienen una capacidad financiera y logística limitada. La desaparición de ProMéxico ha provocado una poca participación de pymes en ferias internacionales, y esto en consecuencia afecta a la diversificación de exportaciones, en especial a Europa y Asia, donde estas ferias tienen un rol importante en la red de proveedores de cada territorio.
Finalmente, Huarte en conversación con la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, mencionó las razones por las que el gobierno se decidió por la desaparición de ProMéxico, entre ellas destacan el reducido nivel de la IED como proporción del PIB y, por el poco efecto directo en el incremento de exportaciones mexicanas de grandes empresas.
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