Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El peso mexicano se mantuvo estable esta semana, demostrando resiliencia frente al fortalecimiento del dolar estaounidense y un entorno de indicadores económicos mixtos. Aunque la divisa enfrentó presiones derivadas del avance del dólar tras la publicación de las nóminas no agrícolas (NFP) en Estados Unidos, estuvo a punto de cerrar con ganancias semanales, según análisis de Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone.
Durante abril, el índice de confianza empresarial cayó a 48,5 puntos, prolongando una tendencia negativa que persiste desde meses previos. Los sectores manufacturero y comercial resultaron los más golpeados, afectados por la caída en la demanda y las tensiones en el comercio global. El índice de pedidos manufactureros también registró un descenso en abril, reflejando una actitud cautelosa entre las empresas, que dudan en realizar inversiones significativas. Para Elizundia, "estos indicadores pueden frenar las perspectivas de crecimiento y pesar sobre la moneda".
Igualmente, entre los elementos que brindaron soporte al peso se encuentran señales positivas dentro del contexto macroeconómico. La tasa de desempleo alcanzó en marzo un nivel de 2,2%, una mejora significativa frente a cifras anteriores. Además, el Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre repuntó un 0,2% respecto al trimestre previo, evitando así una recesión técnica tras una contracción registrada anteriormente. Estos datos ayudaron a contrarrestar parte del impacto negativo de la caída en la confianza empresarial.
Por otra parte, el Ministerio de Finanzas informó sobre una reducción interanual del déficit fiscal del 71% durante el primer trimestre del año. Este avance fue impulsado por un aumento en la recaudación de impuestos y una disminución en el gasto público. Según el análisis de Pepperstone, esta mejora en las finanzas públicas añade un factor de estabilidad relevante para la economía mexicana, brindando un marco más sólido para enfrentar choques externos.
Así, en los próximos días, los mercados estarán atentos a la publicación de cifras relacionadas con la inversión fija bruta, la confianza del consumidor y la inflación. Elizundia señaló que "las señales de un renovado impulso podrían apoyar aún más al peso, mientras que la debilidad de los indicadores de demanda podría reforzar unas perspectivas más prudentes". Esta combinación de datos será clave para determinar si la moneda logra consolidar su posición o si enfrentará nuevas presiones en el corto plazo.
Cabe destacar que, pese al entorno desafiante, el peso ha logrado mantener una posición competitiva frente a otras divisas emergentes. Este desempeño refleja una combinación de factores internos, entre los cuales destacan las mejoras en el mercado laboral y los avances en la disciplina fiscal. Las autoridades financieras continúan monitoreando de cerca la evolución de estos indicadores, considerando que un entorno global volátil representa desafíos persistentes.
Finalizando la semana, el balance para la moneda mexicana resulta positivo considerando las adversidades enfrentadas. A pesar de las señales de debilidad en confianza empresarial e industria, los fundamentos macroeconómicos contribuyeron a sostener su desempeño. Los próximos datos económicos serán determinantes para evaluar la solidez de esta resiliencia frente a nuevos retos.
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