Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El peso mexicano continúa bajo presión, acumulando su tercera jornada consecutiva de depreciación y acercándose al nivel psicológico de 20 pesos por dólar. Según Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, la moneda ha caído más de un 1% frente al dólar, impulsada por una combinación de factores externos e internos que generan incertidumbre en los mercados.
A nivel internacional, la economía china juega un papel clave en esta caída. La falta de estímulos fiscales y los datos económicos desalentadores han aumentado la aversión al riesgo en los mercados emergentes, entre los que se encuentra México. Además, el fortalecimiento del dólar estadounidense ha agravado la situación, debido a que la Reserva Federal ha moderado las expectativas de recortes de tasas de interés, lo que ha impulsado la demanda del dólar frente a otras divisas.
Otro factor que ha contribuido a la presión sobre el peso mexicano es el resurgimiento de Donald Trump en las encuestas de Estados Unidos. Su avance en la carrera política ha despertado temores sobre un posible retorno a políticas proteccionistas, como los aranceles del 200% que ha sugerido imponer a los vehículos importados desde México. Esto generaría un impacto significativo en la industria automotriz mexicana y en la relación comercial bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Internamente, los esfuerzos de Claudia Sheinbaum, presidenta de México, por tranquilizar a los inversores no han sido suficientes para disipar las dudas. Aunque en su reciente encuentro con 240 empresarios de México y Estados Unidos destacó su compromiso con la inversión y el respeto a las instituciones, los inversores se mantienen cautelosos ante la incertidumbre sobre sus políticas futuras.
Elizundia destaca que las próximas publicaciones de los datos del PIB de China podrían marcar un punto decisivo para las divisas emergentes. Si los resultados no cumplen con las expectativas, la presión sobre el peso mexicano podría intensificarse aún más.