Foto: Ilustración: Pedro Basilio (NotiPress)
El plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) para el periodo 2019 a 2023 no termina de gustar a analistas y críticos de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Ahora, se suma la opinión del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien sostiene, la propuesta tranquiliza en el corto plazo, pero se queda corta en el mediano y largo plazo.
La iniciativa propuesta por el gobierno es impulsar financieramente a Pemex hasta 2022 y llegado ese momento, se supone la empresa tendría la madurez suficiente para recuperar su solidez y con esto contribuiría al crecimiento de la economía. El plan subraya la elevada carga fiscal sobre la petrolera estatal como principal origen de problemas financieros. El CCE destaca, el plan ignora la diversidad en sus líneas de negocio de cara a la rentabilidad.
Con respecto al ímpetu del plan de negocios de demostrar la posibilidad de un modelo diferente, basado en la innovación, la eficiencia y sobre todo sin corrupción, el CCE expresa "el tiempo dirá si esto es correcto". Asimismo, sostiene debería considerarse realizar asociaciones con la inversión privada para llevar a cabo las mejoras y también la desincorporación de plantas generadoras de pérdidas. La opinión del CCE está alineada con la visión de analistas de BBVA, cuando refirieron el gobierno ha desestimado el uso de farmaouts, herramienta indispensable para compartir el riesgo financiero, tecnológico y adquirir know-how del sector privado.
Un punto de discordia entre el plan de negocios y la opinión de empresarios es sobre la inversión igualitaria entre líneas de negocio más rentables y otras a pérdida, con un tratamiento como si todas las líneas de negocios fueran rentables. La refinación es una fuente de pérdida para el corporativo, mientras la comercialización de productos refinados es rentable. Suena lógico en este contexto, destinar los recursos de inversión a la exploración de petróleo y aprovechar ganancias de la comercialización de refinados, como también crear asociaciones con iniciativa privada en actividades de transacciones entre subsidiarias.
Gobierno corporativo es otro elemento en el centro de discusión ya que "una y otra vez el proceso de adopción de dichas prácticas se ha politizado y lo ha hecho fracasar". Al respecto, un esquema de gobierno eficiente incluiría incentivos adecuados para la toma de decisiones corporativas. En empresas que cotizan en bolsa, los responsables están sujetos a defender intereses de inversionistas. Pero en una empresa estatal, sus dueños son ciudadanos y los consejeros, en su mayoría en representación del gobierno, no tienen el incentivo de velar por la rentabilidad a largo plazo.
Inversión privada es otro desafío por enfrentar en el plan de negocios de Pemex, sumado a la exclusión de fracking, algo que podría reducir la dependencia energética de Estados Unidos. La explotación de fracturación hidráulica, sería más rápida que en el mar y generaría empleos y actividad de forma inmediata.
Este plan de negocios podría contribuir a estabilizar la producción, pero no a elevar sustancialmente como lo pretende AMLO. Por ello, los empresarios del CCE insisten en que medidas anunciadas de recuperación de Pemex son insuficientes.
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