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Frente al impacto socioeconómico y geopolítico de la pandemia de Covid-19 en América Latina, los especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informaron que la estabilidad macroeconómica es el factor clave para un recuperación económica que considere los problemas de salud pública y desempleo entre la población más vulnerable al finalizar la crisis sanitaria.
De acuerdo con Marta Ruiz-Arranz y Arnoldo López, el análisis sobre los retos y oportunidades para después del Covid-19 del BID fue realizado a partir de los indicadores de exposición socioeconómica, ubicados en el contexto de la pandemia por Covid-19 en América Latina, mismos que se dividen en: salud, condiciones sociales, comercio, mercados financieros, cadena de suministro y macroeconomía.
Con base en los resultados preliminares, las necesidades de peso y mayor dificultad en las distintas regiones de América Latina, resaltadas con objeto de llevar a una recuperación económica adecuada, son la protección del empleo y el fortalecimiento del sector salud. Asimismo, estos factores están encaminados a generar una estabilidad macroeconómica en el marco de apoyo a los sectores más vulnerables.
Si bien la curva de contagios registra mayor estabilidad en América Latina, y los sistemas de salud desarrollan estrategias para responder con nuevas medidas sanitarias, la reactivación económica no es simétrica en todas la regiones. Según el BID, la recuperación será progresiva, y debe partir de una estructurara basada en red de seguridad social, política macroeconómica, y producción.
En el caso de la región CID, qué corresponde a México, Istmo Centroamericano, Haití y República Dominicana, la diferencia más importante respecto a otras regiones de América Latina es la relación con Estados Unidos, al estar expuestos a los movimientos en la economía de este país, debido a su condición de socios comerciales, actividad de los inversionistas, y origen de remesas. Se estima que por dificultades en las remesas, el Producto Interno Bruto (PIB) de esta región tendrá una contracción de hasta 6.6% al término de la crisis sanitaria.
Debido a la suma de la recuperación económica asimétrica, y la relación entre Estados Unidos y la región CID, la política macroeconómica deberá responder con ajustes fiscales y financieros, entre el sector público y privado, para incentivar la reactivación económica sin descuidar la atención para los sectores más vulnerables; en especial por el aumento en el desempleo y los efectos del Tratado México, Canadá, y Estados Unidos (T-MEC).
Respecto al problema de desempleo, los especialistas del BID anunciaron que podría aumentar entre 7% y 21% si la recesión se prolonga más del segundo semestre de 2020. Por este motivo, sugieren promover la intermediación laboral, implementar políticas para facilitar la asignación y reasignación de empleos entre los sectores vulnerables, y reformular los modelos de protección social ofrecidos por los respectivos gobiernos de América Latina, debido a la importancia del sector productivo
Ya que los indicadores de exposición socioeconómica indican una carencia importante en materia de protección de los empleos y servicios de salud, y frente a la necesidad de una estabilidad macroeconómica para asegurar una recuperación progresiva después de la pandemia de Covid-19, el BID resalta la importancia de un trabajo en conjunto, entre el gobierno y los sectores más importantes de la economía, para responder con una mejor red de seguridad social.
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