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Durante conferencia de prensa en Washington, se presentó este 29 de enero 2020, el panorama para América Latina desde el punto de vista del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se advierten algunos de los retos para la región, donde se recalca la importancia de reactivar el crecimiento económico de manera inclusiva y aminorar desigualdad, sin descuidar la estabilidad macroeconómica.
Alejandro Werner, auditor regional del FMI, dijo, entre los riesgos externos que más vulneran el desempeño económico regional, es el brote del coronavirus. Si bien los analistas prevén una posible compensación de los posibles efectos económicos mundiales en trimestres posteriores, como sucedió en 2003 durante el brote del virus SARS, también en China. en el caso del virus de 2002, lo cual se estará monitoreando de cerca puesto que es prematuro hacer previsiones.
El representante del FMI, sugirió enfáticamente, políticas económicas adaptadas a cada contexto particular, mediante las cuales se logre un equilibrio que ayude a aumentar el margen de maniobra de los diferentes gobiernos, mantener la estabilidad económica, apoyar el crecimiento económico inclusivo y reforzar la red de protección social.
Werner argumento que las causas de tensiones en los diferentes países tienen como común denominador la gran insatisfacción con diversos aspectos de los sistemas económicos y políticos.
Una prioridad clave es reactivar el crecimiento con inclusión y estabilidad macroeconómicas a la vez que limitar la existencia de monopolios puesto que limitan el crecimiento, la inversión y afectan particularmente a los pobres.
Asimismo, se sugiere por parte del organismo, acabar con la corrupción y mejorar la gestión y recaudación de recursos de los diferentes gobiernos para el provecho de servicios públicos ya que en muchos países el espacio presupuestario en gasto sigue siendo muy limitado por lo que se necesita mejorar la eficiencia del gasto y resignar parte de este en gasto social.Para esto, es necesario aumentar los ingresos tributarios a mediano plazo, y así lograr una gestión del gasto más redistributiva e inclusiva.
Para el caso particular de México, el auditor regional del FMI, hizo énfasis algunos factores clave para la institución, que ayudan a explicar la desaceleración de la economía en el país.
La recesión del sector manufacturero en el mundo y Estados Unidos ha perjudicado de manera marcada a México, debido a la estrecha relación que tiene con el mercado manufacturero en el vecino del norte. Aunado a esto, la incertidumbre provocada en 2019, por la firma del acuerdo comercial T-MEC, y la desaceleración de la inversión tanto pública como privada, generó una desaceleración del crecimiento en 2019.
De la misma forma, el cambio de gobierno suscitado en México, también repercutió en el desempeño económico durante 2019. Sin embargo, para las proyecciones del FMI se prevé que la inversión deje de contraerse ayudando al crecimiento económico, ayudando a una mejora en el crecimiento, pero sin ser suficiente para una economía del tamaño de la mexicana.
Así, durante la conferencia en Washington, se recalcó la importancia de reavivar el crecimiento económico y redoblar esfuerzos para aminorar desigualdad, mediante el diseño de políticas públicas pertinentes que atiendan satisfactoriamente a los segmentos de la población más vulnerable, sin descuidar la estabilidad macroeconómica del país.
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