Organización Soriana (WikiCommons: CC BY-SA 4.0) (foto sin cambios)
La tercera ola de Covid-19 ha impactado en las previsiones de consumo e inversión los cuales son de los principales motores de la recuperación de la economía mexicana. Ante nuevos pronósticos, diversos analistas prevén para el cierre de 2021 un crecimiento económico positivo, pero a un ritmo menos acelerado que el observado durante la primera mitad del año.
Ante el incremento en las precauciones de personas y empresas tras el aumento de casos por Covid-19, la inversión física y el consumo privado se vieron afectados en el mercado interno mexicano. Con cifras actualizadas a junio 2021, se observó en ambos indicadores un retroceso producido por el repunte en los contagios por Covid-19, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Tras la tercera ola de la pandemia, el comportamiento futuro de los agentes económicos se ha vuelto muy difícil de prever. La posibilidad de un nuevo periodo de restricciones a la actividad económica o un recrudecimiento en los contagios, ha impulsado el ahorro tanto en consumidores como en empresas afectando el consumo y la inversión.
En este sentido, el economista en jefe para la región de América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, aseguró que las perspectivas de la economía siguen siendo positivas. Ello, a pesar de un significativo deterioro que se espera tras el impacto de la tercera ola. "Indicadores muestran una desaceleración en el ritmo de la recuperación de México, esto es debido a la variante delta y también por una cautela en los consumidores" comentó el especialista.
Así, en el contexto de incertidumbre, la evolución tanto del consumo como la inversión, estarán ligados a factores como la evolución de la pandemia y el avance de las campañas de vacunación en el mundo. Este aumento en el consumo, se verá reflejado en crecimiento económico para México si se consumen servicios y productos de la economía local.
Otro de los factores que afectó las previsiones del consumo y la inversión, es el incremento generalizado de precios que también aumentó las propensiones al ahorro entre empresarios y consumidores. Este contexto particular en la economía mexicana, ha influenciado directamente la demanda agregada y su efecto de arrastre sobre todo el conjunto de la economía.
Después de los impactos de la tercera ola de la pandemia, la sensación de que estas condiciones prolonguen hasta finales de 2021, ha repercutido en menores previsiones de consumo e inversión. Estas nuevas proyecciones, se verán traducidas en menores proyecciones de crecimiento económico y frenarán el crecimiento.
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