Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
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Trece años después de las declaraciones "que se vayan al diablo con sus instituciones" y tras proclamarse así mismo presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya presidente de la República, parece haber retomado el espíritu de aquellas declaraciones y en la semana del 8 de julio expresó sus opiniones, particularmente en temas de economía y de derechos humanos.
Lunes 8 de julio de 2019: ante preguntas de periodistas en conferencia matutina sobre si respetaría los amparos interpuestos en contra de la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el presidente expresó, "como no se va a hacer el aeropuerto de Santa Lucia, si no se viola ninguna norma y se está llevando a cabo todo el procedimiento legal".
Martes 9 de julio de 2019: tras la solicitud de invalidación de las leyes de la Guardia Nacional por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el presidente cuestionó la calidad moral de la institución, "no considero que tengan mucha autoridad moral, porque guardaron silencio, [fueron] cómplices cuando el Estado era el principal violador de derechos humanos".
El miércoles 10 de julio 2019, al ser consultado sobre la renuncia de Carlos Urzúa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), AMLO atribuyó discrepancias con el Plan Nacional de Desarrollo que presentó el ahora exsecretario. El mandatario agregó, "desde mi punto de vista [el plan] no reflejaba el cambio, era como si lo hubiese hecho Carstens o Meade".
Durante la misma conferencia matutina, el presidente fue consultado sobre la postura del recién designado secretario de la SHCP, Arturo Herrera, sobre la refinería de Dos Bocas. Ante ello, el presidente respondió, "es fácil de convencer de que hace falta la refinería de Dos Bocas, no solo porque dependemos de la compra de gasolinas sino porque tenemos que ser independientes, no estar a expensas de intereses hegemónicos"
Rayando en la descalificación, la mañana del jueves 11 de julio el presidente sostuvo acerca de las sugerencias del periódico británico Financial Times de aceptar noticias desagradables y no confiar en sus datos, "ese periódico con todo respeto debe ofrecer disculpas al pueblo de México porque ese periódico se quedó callado mientras se imponía la corrupción en México, nunca dijo nada, al contrario, aplaudía".
Ya en la conferencia matutina del viernes 12 de julio en Tepic Nayarit, el presidente criticó a la prensa nacional, encontrándole un parecido con boletines de épocas pasadas, "Sale una nota en un periódico inglés sobre lo mismo y aquí se reproduce en demasía, los periódicos, todos, parecen boletines, como la época de antes. Ve uno El Universal, la recesión; El Financiero, ya ni hablar, todos" declaró.
Por último, descartó la posibilidad de una recesión en México después de que Bank of America apuntara que el país ya está en recesión técnica. "Hay una especie de nostalgia por la anterior política económica neoliberal y existe como un club de defensores de esa política económica" sostuvo el mandatario y llamó a los medios de comunicación a actuar con responsabilidad.
Cuando López Obrador manifestó "al diablo con sus instituciones", había perdido las elecciones presidenciales. Hoy, en 2019 y ya en su investidura como Presidente de México, sus declaraciones tienen un impacto muy diferente al de aquel entonces. Si no hubo réplica directas por sus dichos en la semana sobre la economía mexicana, quedó sonando la respuesta de la FIO, "La Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO) observa con mucha preocupación las lamentables descalificaciones que, desde el Gobierno mexicano se han vertido en contra de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México, al cumplir estrictamente con su mandato constitucional de proteger y promover los derechos fundamentales en ese país".