
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El dólar estadounidense experimentó una fuerte caída al inicio de la semana, posicionándose cerca de su valor más bajo en tres años. Esta situación responde a la combinación de tensiones comerciales, debilitamiento en la confianza del consumidor y previsiones de inflación, la cual incrementan el nerviosismo entre inversionistas globales.
A través del análisis proporcionado a NotiPress por Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, se advierte una atmósfera de ambigüedad que obstaculiza la recuperación de la divisa. El especialista señaló que el dólar "se mantuvo bajo presión al comienzo de la semana" y atribuyó la tendencia a las "señales comerciales mixtas de Washington".
Durante los últimos días, el presidente Donald Trump anunció una exención temporal en aranceles dirigidos a productos tecnológicos, entre ellos computadoras y teléfonos inteligentes. Sin embargo, estas declaraciones fueron seguidas por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien aclaró que esos artículos podrían enfrentar nuevos gravámenes dentro de un plazo de dos meses. Tales afirmaciones generan una percepción de inestabilidad entre los operadores financieros, lo que debilita la posición del dólar frente a otras monedas.
Otro factor relevante es el repunte en las expectativas inflacionarias. De acuerdo con el análisis citado, una encuesta reciente reflejó un aumento en la inflación esperada a un año, ubicándose en 3,6%. Este dato adquiere mayor relevancia ante la posibilidad de múltiples recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo cual normalmente tendería a disminuir aún más el valor del dólar.
Más allá de los indicadores macroeconómicos, la confianza de los hogares registró un deterioro. Elizundia destacó que "más estadounidenses esperan estrés financiero y un mayor riesgo de pérdida de empleo en los próximos 12 meses", lo cual se suma a una percepción generalizada de fragilidad económica.
En este contexto, la Reserva Federal ha señalado cómo los aranceles anunciados por la administración Trump podrían provocar una desaceleración económica y un aumento en la inflación. El presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió que los precios podrían subir en los próximos trimestres y que esta tendencia ya comienza a reflejarse en las expectativas de inflación de empresas y hogares.
Funcionarios del banco central podrían ofrecer pistas sobre la dirección futura de la política monetaria durante sus próximas apariciones públicas. Según el experto, "cualquier señal pesimista en el corto plazo podría lastrar aún más al dólar". La combinación de tensiones comerciales, expectativas de inflación al alza y deterioro en la confianza del consumidor ha llevado al dólar a su nivel más bajo en tres años, reflejando la creciente incertidumbre en la economía estadounidense.
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