Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Los mercados financieros en México registraron un inicio de semana con movimientos contenidos. El comportamiento del tipo de cambio y del índice accionario principal mostró señales de cautela ante la publicación de indicadores económicos nacionales. Inversionistas y operadores evalúan el impacto potencial de estos datos en las decisiones de política monetaria y en el entorno económico inmediato.
Durante la jornada, el peso mexicano se ubicó en 18.3758 unidades por dólar, con una depreciación de 0.10% respecto a las 18.3570 unidades reportadas por LSEG el viernes 17 de octubre. De acuerdo con el reporte, "el peso retrocedía este lunes ante un fortalecimiento global del dólar en el inicio de una semana que estará marcada por la divulgación de cifras locales de inflación y la actividad económica".
Factores externos también influyeron en la dinámica del mercado. El dólar estadounidense avanzó a nivel internacional ante expectativas de ajustes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Además, persisten inquietudes sobre el cierre parcial del Gobierno en Washington y los avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
La Bolsa Mexicana de Valores reflejó una baja del 0.64% en su principal índice, el S&P/BMV IPC, que se colocó en 61,349.85 puntos tras la apertura. Entre las acciones más afectadas se encontraron las de la aseguradora Quálitas, con una caída de 2.60% a 158.0 pesos, seguidas por los títulos del grupo aeroportuario OMA, que retrocedieron 1.67% a 235.58 pesos.
Así, los inversionistas locales concentran su atención en dos eventos programados para esta semana. El 22 de octubre se divulgará el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) correspondiente a agosto, y el 23 de octubre se espera el informe sobre la inflación de la primera quincena de octubre. Ambos datos son considerados determinantes para evaluar la situación económica actual del país.
Participantes del mercado observan con detenimiento estos informes, dado su potencial para modificar expectativas sobre crecimiento y estabilidad. Las reacciones podrían reflejarse en ajustes de portafolios, modificaciones en la asignación de activos o movimientos de cobertura en el mercado cambiario.
Además, durante el inicio de semana, la operatividad mostró un entorno de baja volatilidad, condicionado por la proximidad de datos oficiales. Las decisiones de inversión se mantienen en pausa mientras se confirma o ajusta la percepción del entorno macroeconómico.
El rumbo de los mercados financieros dependerá del contenido de los informes previstos. En sesiones anteriores se han observado respuestas inmediatas ante datos de inflación o actividad económica, lo que refuerza la atención sobre su publicación esta semana.
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