Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Composición por Alan Cortés (NotiPress)
El oro reforzó su papel de refugio financiero durante septiembre, en medio de la expectativa de un ciclo de recortes de tasas de interés en Estados Unidos. La recuperación reciente del metal se explica por la caída de los rendimientos de bonos del Tesoro y la depreciación del dólar, factores que impulsaron la confianza de los inversionistas internacionales.
De este modo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en agosto superó ligeramente las proyecciones del mercado y generó reacciones mixtas en los principales índices bursátiles. En ese contexto, el oro consiguió recuperar terreno tras varias jornadas en retroceso, consolidando su atractivo ante un entorno monetario más flexible.
Antonio Di Giacomo, analista de mercados financieros para LATAM en XS.com, compartió con NotiPress que los mercados ya descuentan un primer recorte de tasas en septiembre y prevén nuevos ajustes hacia finales de año. Bajo ese panorama, el oro gana impulso, ya que en entornos de menores rendimientos los inversionistas tienden a priorizar activos con capacidad de preservar valor.
Igualmente, el desempeño del mercado laboral estadounidense refuerza estas expectativas. Durante las últimas semanas se registró un aumento en las solicitudes de desempleo y un menor ritmo en la creación de puestos de trabajo, señales que anticipan un periodo de menor dinamismo económico. A ello se suma la contracción del índice de precios al productor (IPP), indicador que evidencia una reducción en las presiones inflacionarias, mientras el IPC se mantiene cercano al 3%.
Además, instituciones financieras internacionales actualizaron sus pronósticos y proyectan que el oro podría superar los 3,700 dólares en 2025, con posibilidades de acercarse a 4,000 dólares en 2026. Estas estimaciones consideran no solo las condiciones monetarias, sino también la incertidumbre geopolítica y las tensiones en el comercio global, factores que amplifican el atractivo del metal.
En suma, el seguimiento a cada declaración de la Reserva Federal introduce volatilidad adicional. Cualquier ajuste en las proyecciones de tasas repercute de manera inmediata en la cotización del oro, fenómeno que lo mantiene como protagonista de las carteras diversificadas.
A nivel internacional, tensiones diplomáticas, riesgos comerciales y señales de desaceleración en China fortalecen la percepción del oro como activo estratégico. En este marco, el metal se posiciona como opción recurrente frente a instrumentos sensibles al ciclo económico, extendiendo su relevancia en un escenario global marcado por la incertidumbre.