Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
Crédito foto: NotiPress
El peso mexicano cerró la última semana de marzo 2020 con una apreciación de 4.4%, cotizando en 23.34 pesos por cada dólar, después de caer durante cinco semanas al hilo acumulando una depreciación de 31.7%, significando una perdida en comparación con la moneda estadounidense de 5 pesos y 88 centavos.
Aunque esta apreciación está lejos de borrar la fuerte depreciación del peso mexicano registrado desde la segunda quincena de febrero del mismo año. Este cambio se debió principalmente a un debilitamiento del dólar estadounidense a un 4.36% durante la semana en cuestión, significando su mayor caída desde la semana del 27 de septiembre de 1985 cuando se redujo en un 5.21%.
Este debilitamiento del dólar fue producto de una corrección ante la expectativa de que la mayoría de los gobiernos del mundo implementen políticas fiscales expansivas para mitigar los efectos económicos del coronavirus.
De forma particular, los factores que permitieron ganar terreno frente al dólar estadounidense fue la aprobación por parte del gobierno de Estados Unidos de un paquete de estímulos fiscales equivalente a 2.2 billones de dólares, enfocados en asistir a empresas afectadas por la pandemia.
Nunca se había implementado un programa así en la historia: 2 billones de dólares representan poco más de 2 veces el Producto Interno Bruto (PIB) de México a un tipo de cambio de 24 pesos por dólar para tener en cuenta.
Otra razón para la depreciación ocurrió tras la reunión virtual del G20, el jueves 26 de marzo de 2020, donde los líderes señalaron que en conjunto inyectarían más de 5 billones de dólares a la economía mundial, enviando la señal de que podrían anunciarse medidas contra cíclicas, dependiendo del avance de la pandemia y de su impacto económico.
Por otro lado, la calificadora S&P recortó la calificación de deuda soberana de "BBB+" a "BBB" de México, quedando a dos escalones de perder grado de inversión y asumir el grado de inversiones especulativas. Cabe destacar que la otra agencia calificadora, Moody’s, mantiene la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Baa3, al borde del grado de inversión, por lo que un recorte podría generar salidas de capitales y una brusca depreciación añadida del peso mexicano.
Reflejo de lo descrito se puede ver en el comportamiento en que tocó un mínimo de 22.8436 y un máximo histórico de 25.4583 pesos por dólar. En cuanto a su paridad con la moneda de la Unión Europea, se alcanzó un mínimo de 25.2197 pesos y un máximo de 27.3511 pesos por euro en cotizaciones interbancarias a la venta.