Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el sector público tiene un déficit del Producto Interno Bruto (PIB) de 50 por ciento comparado con otros sexenios. En información para NotiPress, el órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) comentó que la actual administración mantiene un crecimiento del 20% en el gasto público, y se espera que en 2024 la deuda sea 59% mayor a la de 2018.
En la opinión del CEESP, el desempeño de las finanzas públicas al primer semestre de 2023 muestra señales de tendencia a la baja. Si bien hay expectativas positivas de crecimiento económico para el año en curso, con nuevos ajustes al tres por ciento, los gastos en distintos rubros superan lo programado por las autoridades.
Según el análisis compartido con la agencia de noticias, para 2024 se espera un gasto de 9 billones de pesos, equivalentes a 26.2% del PIB. Esta cifra es mayor en cuatro décimas porcentuales a lo aprobado para 2023, así como 1.2% comparado con las expectativas de cierre del año.
Con respecto a los criterios para el gasto público, las obras y programas de la administración captan 964 mil millones de pesos (mmdp), señaló el órgano empresarial. No obstante, el Tren Maya y la pensión para adultos mayores concentran 6.55 por ciento del presupuesto y 61% del gasto, equivalente a 585 mmdp.
Sobre los riesgos de sostenibilidad que marcan la tendencia a la baja, el gasto ha incrementado en un escenario de debilidad en las fuentes de ingresos, comentaron voceros del sector privado. Asimismo, ante los recursos destinados a las obras insignia de la administración, la falta de ingresos podría representar que autoridades recurran a utilizar otras fuentes de importancia para el Estado mexicano.
El CEESP señaló que la combinación de todos los gastos e ingresos públicos ofrecen un déficit en su nivel más alto desde finales de la década de 1980. Con información del programa oficial de RFSP, el gobierno ha generado déficit en su presupuesto durante toda la administración, con un aumento real del gasto de casi un 20 por ciento.
La expansión de la deuda y el ajustes de las tasas de interés han llevado a que el costo financiero alcance el 3.7% del PIB, el nivel más alto desde 1991, equivalente a más del 75% de la nómina del sector público. Aunado a ello, el déficit del PIB podría requerir un mayor gasto y endeudamiento en 2024 para pagar los intereses, lo que evidencia una insostenibilidad financiera.
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