Foto: X @POTUS
Las políticas comerciales, migratorias y fiscales propuestas por Trump podrían alterar gravemente la estabilidad económica de México y América Latina. El análisis de Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, examina las posibles repercusiones económicas de las políticas propuestas por Donald Trump, mandatario de Estados Unidos. Entre las medidas planteadas, destacan la imposición de aranceles, restricciones a las remesas y posibles renegociaciones de tratados comerciales, acciones que podrían afectar considerablemente la economía mexicana y otras en América Latina.
Una de las políticas más relevantes es la propuesta de establecer un arancel del 10% a todas las importaciones estadounidenses y un arancel del 60 % a productos provenientes de China. Según Elizundia, estas medidas "podrían tener amplias repercusiones en las economías regionales", elevando los costos para los consumidores estadounidenses y forzando a las empresas a reestructurar sus cadenas de suministro. Elizundia señala que durante el primer mandato de Trump, la imposición de aranceles similares ya afectó negativamente las exportaciones mexicanas y desplazó el comercio hacia otros mercados.
En el ámbito migratorio, las políticas propuestas incluyen deportaciones masivas de inmigrantes y la aplicación de impuestos a las remesas. "Estas medidas podrían tener profundas repercusiones económicas en los países latinoamericanos", asegura Elizundia, en referencia a la dependencia de varias economías de los flujos de remesas enviadas desde Estados Unidos.
Para México, donde las remesas representan una fuente clave de divisas, cualquier reducción significativa podría poner en riesgo la estabilidad económica del país. Las deportaciones masivas, por su parte, podrían desatar problemas sociales y económicos adicionales en naciones como Guatemala y El Salvador, al aumentar el desempleo y la presión sobre los servicios sociales.
También se menciona el impacto que podría tener la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), uno de los pilares del comercio en América del Norte. Cambios en las reglas de origen o en otros aspectos clave del tratado podrían introducir incertidumbre en las relaciones comerciales regionales y reducir la competitividad de las exportaciones mexicanas.
Además, el miembro de Pepperstone advierte sobre la posible implementación de un impuesto del 25% a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, condicionado al control migratorio y al combate del narcotráfico. Esta medida podría agravar la situación económica de México, uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos. A ello se suma la amenaza de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que podría resultar en sanciones económicas más severas y en el aislamiento del país en los mercados internacionales.
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