Tlayacapan, Morelos,
Emiliano Fuentes
Crédito foto: Unsplash
Después de aproximadamente dos meses de haber cerrado las fábricas y plantas en el sector automotriz, en México se han empezado las operaciones productivas del sector en muchos estados. Por las difíciles condiciones económicas provocadas tras las medidas de confinamiento para contener la pandemia, la industria automotriz se ha visto afectada de manera abultada. Ejemplo claro es la caída de 65% para abril 2020, según los datos recabados por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Vale recordar que del sector de autopartes en México dependen diversas cadenas de producción de compañías multinacionales como Ford Motor Co. y aporta más del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en la economía mexicana.
También, las autopartes mexicanas enfrentan otro gran desafío dado que las plantas ensambladoras en Estados Unidos han reiniciado operaciones antes que en el territorio mexicano (18 de mayo 2020), y podrían sufrir un desabasto de piezas y paros en sus líneas de producción si México no acelera la reapertura del sector.
A estas complicaciones, se suman las adecuaciones a contrareloj para cumplir con las reglas de contenido regional a los fabricantes de automóviles que plantea el nuevo acuerdo comercial de América del Norte (T-MEC). Dicho acuerdo comercial señala que la elaboración de los vehículos requerirá un 75% de contenido en América del Norte para vehículos livianos en comparación con el 62,5% anterior, y un 40% de contenido en dichos automóviles de áreas de salarios altos.
Dada esta abultada cantidad de cambios y la pronta reactivación del sector automotriz, es probable que la demanda no se reestablezca inmediatamente a los niveles previos a la pandemia y se tarde algún tiempo adecuar su producción, según las circunstancias actuales.
Así, la reapertura resulta una excelente noticia no solo para el sector automotriz, sino para toda la actividad productiva en México, ya que, por su tamaño e importancia y capacidad de arrastre, la industria automotriz es capaz de impulsar de manera inercial a otros múltiples sectores de la economía.
Cabe señalar que según cifras de la Industria Nacional de Autopartes (INA), México es el quinto mayor productor de autopartes a nivel mundial y, según la AMIA, generó en 2019 cerca de 8 mil 399 millones de dólares, de los cuales 5 mil 684 correspondieron a exportaciones dirigidas al gigante norteamericano. Con las medidas de regreso ordenado a las actividades del sector, se pretende impulsar la economía mexicana mediante uno de sus principales atractivos industriales que representa la industria automotriz.