Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El sistema de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos podría pronto reducir su tasa de interés, ya que los datos recientes sugieren que la economía estadounidense está entrando en una fase de desaceleración gradual. Esto podría justificar la flexibilización de algunas restricciones monetarias actuales.
Según un informe de AXA Investment Managers (AXA IM), al que accedió NotiPress, se estima que la FED reducirá su tasa en septiembre, con una probabilidad del 75% a partir del 5 de junio, frente al 55% de la semana anterior. Este "aterrizaje" económico sería coherente con la eliminación de algunas restricciones monetarias.
Frente a este panorama, el componente de servicios mostró oscilaciones desconcertantes, con un repunte inesperado en mayo. Sin embargo, tanto en junio el componente de servicios como el de manufactura volvieron a estar en territorio de contracción, indicando una disminución en la actividad económica. Además, el componente de "nuevos pedidos" en servicios cayó en territorio de contracción por primera vez desde la reapertura post-covid.
En el sector privado, la creación de empleo comenzó a recuperarse en el otoño de 2023 después de caer significativamente por debajo de la tendencia pre-covid en el verano de 2023. Sin embargo, esta recuperación se revirtió hacia el final del primer trimestre de 2024. La tasa de desempleo aumentó a 4.1% en junio, el nivel más alto desde noviembre de 2021.
Ante este escenario, el informe de AXA IM sugiere que es tentador aplicar la "regla de Sahm", propuesta por la economista de la FED, Claudia Sahm, para identificar el inicio de una recesión en "casi tiempo real", antes de que la declare oficialmente la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER). El "umbral de Sahm" está en 4.07%, muy cerca del promedio observado del 4% entre abril y junio, lo que sugiere que se podría estar cerca de cumplir este criterio.
Sin embargo, el año 2024 podría no ser predictivo para la regla de Sahm. Más bien, el aumento continuo del desempleo podría describirse mejor como un retorno a la normalidad después de los impactos desde 2020, en lugar de señalar una contracción económica real.
En conclusión, una desaceleración económica leve podría ser suficiente para que la inflación vuelva al 2%. Además, la desaceleración en la contratación ya está afectando los salarios, con el aumento del pago por hora estabilizándose por debajo del 4%, lo cual podría conducir a una inflación del 2% de manera gradual.