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Tras casi dos meses bajo aguas residuales, los niveles de anegación en San Pedro Tultepec y la colonia Guadalupe, municipio de Lerma, comenzaron a disminuir, lo que ha permitido a los habitantes retomar parte de sus actividades cotidianas. Aunque la reducción trajo alivio, persisten riesgos ambientales y de salud por la presencia de agua estancada y el crecimiento acelerado de lirio acuático.
En las calles de San Pedro Tultepec, el nivel del agua se sitúa actualmente en aproximadamente 40 centímetros, mientras que al inicio de la contingencia superaba el metro, cubriendo banquetas y caminos, según constató El Sol de Toluca. Entre las zonas más afectadas se encuentra la calle Trinidad Padilla, que hasta el 3 de octubre solo podía cruzarse en lancha. Hoy ya es posible caminar por el asfalto, aunque hay tramos que continúan inundados.
La situación en la calle 30 de Abril ha llamado la atención por la acumulación de lirio acuático. Investigadores del Colegio Mexiquense y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Lerma advierten que esta planta se reproduce en exceso debido a los altos niveles de contaminación, y que puede reducir el oxígeno del agua, afectando a la flora y fauna del afluente. Además, su proliferación podría empeorar la calidad del agua residual y representar un riesgo para la salud humana que pese a el saneamiento, la limpieza ha sido insuficiente
De acuerdo con habitantes de Tultepec, la recuperación total podría tardar al menos un mes, siempre que no se presenten lluvias intensas durante la temporada invernal. "Yo calculo que en un mes ya podríamos estar sin agua. Para diciembre ya vamos a estar haciendo bien las posadas", comentó Juan Pablo, vecino del lugar.
Mientras tanto , las botas de hule siguen siendo parte del atuendo diario para vecinos, comerciantes y fabricantes de muebles, quienes aún deben trasladar mercancías a pie en zonas donde los vehículos no pueden circular.
El presidente municipal, Miguel Ponce, informó el pasado 2 de octubre que San Pedro Tultepec permanecía con 85% de su territorio afectado. A la fecha, se estima que las inundaciones se han reducido a entre un 50% y 60%.
En la colonia Guadalupe, los vecinos ya pueden caminar por banquetas y transitar en vehículos por la avenida Revolución, que estuvo cerrada durante semanas. No obstante, aún persisten encharcamientos en algunos tramos, especialmente en la zona cercana a la tienda Arroyo, donde se concentran comercios esenciales.
Según datos del gobierno municipal, cerca de 430 viviendas y aproximadamente mil personas resultaron afectadas por la contingencia. Las familias continúan recuperando sus espacios con esfuerzo, en una muestra de resiliencia comunitaria. A pesar del agotamiento físico, los vecinos califican la situación como "una inundación horrible", pero aseguran que el espíritu de superación se mantiene.
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