Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
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La construcción de vialidades sobre humedales ha generado nuevas zonas críticas de inundación en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT), según el Atlas de Inundaciones 2025 elaborado por la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM). El informe indica un aumento de puntos de riesgo, que pasaron de 75 en 25 municipios en 2021 a 98 en 34 municipios para 2025.
La ubicación de los nuevos focos de riesgo ya no se limita a colonias bajas históricamente afectadas, sino que incluye pasos deprimidos, bajopuentes y carreteras edificadas sobre antiguos cuerpos lacustres. Esta situación provoca afectaciones frecuentes al tránsito vehicular, con vehículos atrapados y circulación interrumpida durante los temporales.
Entre los casos señalados destaca la carretera Lerma–Tenango, donde el desarrollo sobre terrenos lacustres ha permitido la conexión de lagunas estacionales que terminan por rebasar la vía. La CAEM advirtió que estas vialidades actúan como barreras naturales, impidiendo el flujo del agua, lo que genera encharcamientos prolongados y deterioro del pavimento.
"Al estar a nivel de suelo, la carretera bloquea el paso y provoca inundaciones; debería estar construida sobre pilotes como el tren Interurbano México-Toluca", explicó Susana Bianconi, arquitecta y paisajista, al Sol de Toluca.
En la capital mexiquense, zonas como Paseo Tollocan con Paseo Colón, el bajo puente de Pilares y el paso de Puerta Tollotzin presentan acumulaciones de agua que derivan en cierres viales constantes y rescates vehiculares. La especialista señaló que estos puntos funcionan como contenedores de agua, y pueden inundarse incluso sin lluvias recientes debido a la saturación del subsuelo.
La situación se agrava en municipios como Metepec, donde el hundimiento del terreno por sobreexplotación de pozos profundos altera pendientes y reduce la eficacia de drenajes y cárcamos, incrementando la vulnerabilidad ante lluvias intensas.
Frente a este panorama, Bianconi propuso implementar sistemas de captación de agua pluvial en viviendas y desarrollos para disminuir la presión sobre el subsuelo y reducir la recurrencia de inundaciones.
El informe destaca que el crecimiento de zonas afectadas se ha extendido a infraestructura vial utilizada diariamente por miles de personas, lo cual exige una revisión profunda de los criterios de desarrollo urbano e hidráulico. "Reducir la vulnerabilidad requiere regulación del uso de suelo, evitar construcciones en humedales sin plataformas elevadas y combinar planeación urbana con infraestructura hidráulica adecuada", afirmó la especialista.
El reto, según el Atlas, es que los municipios de la ZMVT aseguren la disponibilidad de vivienda asequible sin ubicarla en zonas de riesgo, con el fin de mitigar los efectos de futuras emergencias por inundación.